Cerca del 14 % de los ourensanos padece algún tipo de diabetes

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

IAGO CORTÓN

Se estima que hay un 7 % de personas que no saben que padecen la enfermedad

15 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La incidencia de la diabetes en la provincia de Ourense es muy similar a la media española. «Estamos en torno al 13,8 %, pero lo peor es que se calcula que hay un 7 % que no lo sabe», decía ayer Conchita Bande, enfermera educadora del servicio de Endocrinología del CHUO. Ella y otros profesionales del centro realizaron mediciones de glucosa a pacientes y visitantes en el vestíbulo del edificio Cristal. Precisamente en esas pruebas se detectó a varias personas con niveles sospechosos y no diagnosticadas.

«Se les recomienda acudir a su médico de cabecera porque con una simple glucemia capilar como las que hacemos hoy no se puede diagnosticar. Para decir que alguien tiene diabetes es necesario realizar un análisis y con dos glucosas en ayunas que sean de 126 o superior, sí se diagnostica; o cuando alguien tienen una glucemia de más de 200 y cuenta que orina mucho y tiene mucha sed y pierde peso, o cuando hay una hemoglobina glicada de más de 6,5», relata esta profesional que ayer participó además en una mesa redonda con médicos especialistas en endocrinología y pacientes. Todas mujeres, porque este año la OMS ha decidido hacer hincapié en ellas, que suelen tener una mayor incidencia de la enfermedad. Uno de los factores que aumenta el riesgo y en los que se recomienda hacer controles de glucosa «es en el cambio hormonal que se produce en la menopausia y que llevar a un aumento de peso».

«Es necesario agilizar más las consultas con los especialistas de endocrinología»

La celebración del Día Mundial de la Diabetes estuvo ayer muy presente en la ciudad. La Asociación Diabética Auria instaló su carpa informativa y de medición de glucosa y otros parámetros en la calle del Paseo y también organizó un paseo reivindicativo hasta el puente Romano -que el Concello de Ourense iluminó para la ocasión- en el que se leyó un manifiesto con las principales demandas del colectivo.

Entre esas reivindicaciones Paz Gómez del Valle, presidenta de la entidad ourensana, destacaba que «es necesario agilizar más las consultas de endocrinología». La presidenta de Auria entiende que es necesario hacer un cambio en el protocolo «porque ahora nos llevan los médicos de Primaria, y está bien porque es cierto que están capacitados para hacer perfectamente el control y seguimiento pero cada cierto tiempo debería de controlarnos el especialista, que es el que nos tiene que marcar las pautas, porque hay muchas variaciones en la enfermedad».

El colectivo ourensano tiene en estos momentos 180 socios de toda la provincia. Una cifra que debería mejorar, a entender de la presidenta. «La gente es reacia a asociarse, a pesar de las ventajas que tiene porque, al margen de los servicios como el de las educadoras que nos ayudan y nos enseñan cómo llevar mejor la enfermedad, está la parte emocional. Cuando te relacionas con gente que tiene los mismos problemas que tú y cómo llevan la vida completamente normal te ayuda muchísimo a ver de otra manera la enfermedad, que como cualquier otra crónica, te levantas muchas veces con el pie cambiado y preguntándote por qué te ha tenido que pasar a ti», argumenta Paz Gómez del Valle.

Una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad y generar graves complicaciones

La diabetes es una enfermedad crónica y silenciosa que puede evolucionar durante años y no dar síntomas que alerten a quien la padece hasta que ya ha causado otros problemas de salud. «Si una persona tiene las glucemias muy altas durante años y sin control, puede derivar en enfermedad cardiovascular, y de hecho tienen tres veces más riesgo de padecer un infarto; también puede afectarle a la vista, con riesgo de ceguera; al riñón y a la sensibilidad en los pies», relata Conchita Bande, del servicio de Endocrinología. La insensibilidad en las extremidades inferiores que puede llevar a que heridas, en principio leves, acaben agravándose hasta el punto de hacer necesaria una amputación. También puede ocasionar problemas bucodentales, de visión y hasta ceguera. Para evitarlo es fundamental el diagnóstico precoz y también «un control correcto de la enfermedad», señala Conchita Bande. «Ambas pueden aparecer a cualquier edad, pero la diabetes tipo 1, que generalmente se manifiesta ya con toda la sintomatología de mucha sed, orinar mucho y pérdida de peso, es más habitual entre menores de treinta años; mientras que la tipo 2 es más común entre mayores de 40, aunque la obesidad infantil está haciendo que haya casos ya de niños de 10 o 14 años», advierte esta enfermera especializada del CHUO, que recuerda la importancia de una buena alimentación equilibrada y del ejercicio físico como métodos preventivos. Un 80 % de los diabéticos tipo 2 son obesos. «También es interesante que las personas mayores de 40 años que tengan precedentes de diabetes tipo dos en la familia se hagan un control», añade.