Los colegios de médicos plantean crear un comité de ética autonómico

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Serviría para fijar la postura profesional en asuntos como las listas de espera

19 nov 2017 . Actualizado a las 17:49 h.

El presidente del Consello Galego de Colexios de Médicos, José Luis Jiménez, planteó ayer la necesidad de crear una comisión deontológica de carácter autonómico que serviría para abordar temas generales que implican a todo el colectivo para fijar posturas comunes. «Las comisiones deontológicas que existen vinculadas con los colegios médicos, aunque son entidades independientes, funcionan como comités asesores del órgano colegial sobre temas muy concretos, denuncias puntuales», señalaba Jiménez, que dibujaba la labor de esa nueva comisión autonómica como generadora de pronunciamientos «sobre temas de fondo».

Entre esos asuntos, el presidente del órgano colegial autonómico enumeraba el debate «sobre las listas de espera o la cuestión del tiempo limitado para consultar a un paciente y si debe existir la asistencia sin ese imperativo, sobre todo en atención primaria». Jiménez matizó que en el ejercicio sanitario «podemos debatir mucho, y de hecho lo hacemos, sobre la deontología del profesional, pero también es necesaria una ética de las instituciones que permita que se pueda ejercer de forma humanística la labor asistencial». La comisión autonómica facilitaría un posicionamiento unificado «también en otros asuntos que están relacionados con la autocrítica interna», señaló Jiménez.

El presidente del consejo médico planteó esa propuesta dirigiéndose directamente a quienes serían los encargados de darle forma: los miembros de las comisiones de las cuatro provincias que ayer se reunían en Ourense para participar en la cuarta edición de las Xornadas Galegas de Deontoloxía e Ética Médica.

La cita se abrió con una ponencia sobre las listas de espera, a cargo del oncólogo clínico, Francisco Javier Barón Duarte. El miembro de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial que funciona a nivel estatal planteó la necesidad de manifestar cuestiones «que todos saben pero nadie quiere decir; como ha hecho el comité de La Rioja que afirma que no se puede penalizar a un paciente por negarse a ser operado en un momento dado a quitarle de la lista o echarle atrás», ejemplificó señalando otra realidad que merecería un análisis deontológico: «tenemos listas ocultas, listas B, y lo sabemos todos».

Para Barón Duarte las esperas preocupan a nivel ético en muchos países. «En Canadá es lo segundo que más preocupa y aquí somos como el resto del mundo occidental», dijo. Recordó que el actual contexto, con una mayor demanda asistencial motivada por el aumento de los años de vida y la vejez, los recursos económicos no crecen al mismo ritmo, lo que genera esas listas de espera en las que es complejo decidir qué criterios deben imperar en cuánto espera cada paciente. Recordó la confrontación entre la búsqueda de la salud individual y los criterios de justicia social. «La asistencia sanitaria es algo colectivo debe ser manejado con criterios públicos», dijo.

Formar a futuras generaciones

Otro de los asuntos abordados fue la formación deontológica de los estudiantes y médicos residentes. Aunque existe una asignatura específica y se imparten conocimientos teóricos, la mesa de debate dejó patente que se prioriza el aprendizaje técnico. Así lo corroboró Amara González, una MIR del CHUO que planteó la necesidad de que la deontología esté presente de forma cotidiana y que el debate ético sobre un caso forme parte de la práctica diaria, de la misma manera que aprenden de sus tutores otros conocimientos.

Los facultativos se proponen elaborar informes «sin abreviaturas» para los pacientes

Los médicos también hicieron ayer autocrítica en las jornadas deontológicas analizando cómo afrontan la elaboración de informes destinados al paciente; como pueden ser los de alta hospitalaria. «Es un documento que es para el paciente y debemos insistir en que no deben ponerse abreviaturas que son ilegibles para alguien que no es médico, que explicitemos bien al final qué es lo que tiene que hacer y no pongamos frases del tipo ‘y seguirá con el tratamiento que venía recibiendo’, porque a veces nadie sabe muy bien a qué nos referimos. Que los informes sean realmente entendido como un documento que es de los pacientes, no un documento entre nosotros», resumía Jiménez.

También se abordaron los reparos a realizar certificados de defunción Se insistió en que certificar una muerte no debe generar temores a problemas legales, mientras que con las negativas a hacerlo se generan en ocasiones perjuicios a las familias.