La Xunta pide a los concellos que eviten el uso de herbicidas para limpiar de maleza las carreteras

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

OURENSE

Santi M. Amil

La Administración exige estudios que motiven la aplicación de productos fitosanitarios

21 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El uso de herbicidas para limpiar los márgenes de las carreteras está muy extendido, pero la normativa prioriza la utilización de medios mecánicos. Así se lo transmitieron ayer responsables de la Administración autonómica a representantes en materia de infraestructuras en ayuntamientos y Diputación con motivo de una jornada técnica específicamente diseñada para explicar bajo qué circunstancias sí pueden utilizarse los herbicidas.

«Básicamente, lo que pide la normativa actual es que se estudie la zona a tratar, cada tramo, para verificar si es necesaria la aplicación de productos fitosanitarios, priorizando la aplicación de otros medios de control de maleza o de plagas mediante medios mecánicos u otro tipo de medios biológicos antes que la utilización de medios químicos, que son contaminantes», señaló Carlos Mansanet, inspector de sanidad vegetal de la Xunta.

Según los cálculos hechos en la Diputación durante un pleno que trató este asunto, limpiar sus 1.840 kilómetros de carreteras con herbicidas sale a 87.344 euros, mientras que un sistema alternativo elevaría la factura por encima del medio millón. «Es un argumento, pero no está recogido en la ley. En caso de que se puedan utilizar, antes de cualquier criterio económico, habría que utilizar medios no agresivos para el medio ambiente», explicó Mansanet, que durante su intervención precisó las obligaciones de los ayuntamientos a la hora de vigilar que la aplicación de herbicidas se hace de forma correcta y con la documentación sanitaria en regla. «Son los responsables de verificar que eso ocurre y, en el caso de que no ocurra, comunicar a la empresa la denegación del servicio mientras no se cumplan todos los requisitos».

El objetivo final de todo ello es proteger a las personas -uno de los requisitos más importantes para el uso de productos fitosanitarios es su adecuada señalización- y al medio ambiente. Se trata de evitar, entre otras cosas, que la contaminación procedente de los herbicidas llegue a cauces fluviales o a acuíferos que son utilizados para el consumo humano.

Glifosato, ¿sí o no?

Por otro lado, respecto a los reparos que existen sobre a un compuesto concreto, el glifosato, Carlos Mansanet apunto que «es un producto más del mercado», aunque es más conocido que otros porque en algunos países su uso es prácticamente obligatorio. El inspector de sanidad vegetal de la Xunta de Galicia explicó que el glifosato es considerado cancerígeno, «aunque hay otros muchos que también lo son y que incluso podrían ser peores».