Animales

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

22 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Seguro que han leído en estas páginas, en diversas ocasiones, que los animales se están incorporando a distintas terapias y que se empieza a demostrar que contribuyen a mejorar el estado de pacientes con daño cerebral o alzhéimer. También se usan, perros por ejemplo, en programas de educación inclusiva, destinados a niños con riesgo de vulnerabilidad social. Cada vez que leemos un titular de esos nos sentimos modernos y concienciados. Pero luego está Nelson, 85 años. Y Concepción. Quieren tener un perro. Y pensaron que rescatarlo de la protectora -donde son habituales las quejas por falta de espacio o medios- era lo mejor. Él fue a la de Ourense pero tuvo que volverse solo. Después de pagar 95 euros y acudir al veterinario a ponerle el chip se lo hicieron devolver. Le dijeron que era demasiado mayor para tener un perro joven (porque sí, esa fue la explicación que le dieron y no la que difundieron cuando la historia se hizo pública). La protectora, además, confirmó a La Voz que no dan perros de menos de año y medio a personas mayores, aunque no definieron a partir de qué edad, según ellos, se empieza a ser mayor. A lo mejor lo que no saben -y mira que no es difícil darse cuenta- que Ourense es una de las provincias más envejecidas y que resulta que Nelson y Concepción han tenido el mal gusto de hacerse mayores. Está claro que la adopción de animales es una cosa muy seria y es necesario ejercerla, y permitirla, con responsabilidad. No parece que el criterio exclusivamente personal de los voluntarios -que dicen que los canes son como hijos para ellos- sea una forma muy objetiva de hacerlo. Se ampararon también en que el matrimonio había perdido un perro (eso decían el jueves; el viernes ya eran cinco, algo que niega la familia). Que podrían perder a otro y acabar atropellado. Bienvenidos a la vida. Todos podemos perdernos. También Nelson y el cadeliño que iba a llevarse a casa. Ese que le haría salir a pasear, preocuparse por la comida y estar, él y su mujer, más acompañado. Cualquier día le ofrecerán una terapia con perros pero mientras no pueden adoptar uno. Incomprensible.