Los libreros ourensanos esquivan la crisis con la literatura infantil

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

La asociación cree que las instituciones deberian apoyar en mayor medida la cultura

23 abr 2019 . Actualizado a las 08:09 h.

Hoy se celebra el Día del Libro y los profesionales del sector saldrán a la calle para recordar la importancia de la cultura y la lectura. El presidente provincial de los libreros, José Manuel García Mosquera, señala que se nota que empieza a remontar la crisis económica, aunque en este sector sus consecuencias tarden más en llegar. Señala que el comprador cada vez se lo piensa más a la hora de adquirir un ejemplar. «Hace una década cuando salía una novela importante, bien por la calidad, por los premios o por el autor, la gente venía y se la compraba. Ahora primero miran, contrastan y la compra es mucho más meditada», relata. Según el presidente ourensano lo que ha salvado al sector es la venta de literatura infantil. «La gente compra muchos libros infantiles. A lo mejor los padres no leen, pero quieren que sus hijos lo hagan y no miran tanto el precio. Es verdad que llega un momento, cuando el niño es adolescente, que pierde este hábito, pero luego regresan. Los buenos lectores no se pierden», relata.

La celebración del Día del Libro en la calle, afirma José Manuel García Mosquera, es una muy buena oportunidad para los libreros, aunque suponga un esfuerzo añadido. Señala que muchos ourensanos se animan a comprar y algunos que a lo mejor ese día no entrarían en las librerías. «Esta fecha tiene mucha tradición. El descuento es un aliciente. Nos hemos dado cuenta que cada vez va a más, la gente que pasa compra por impulso», señala. Conscientes de que son empresarios y de que las librerías son un negocio, José Manuel García Mosquera recuerda que la cultura debe ser un bien apoyado por las instituciones. En esta ocasión cuentan con una ayuda importante de la Diputación. Pero señala que aunque pueden pedir una subvención al Concello de Ourense, desisten de hacerlo ya que llevan dos años esperando las prometidas en celebraciones anteriores: «Es una de las consecuencias de no tener todavía aprobados los presupuestos. Nos dejan abierta la posibilidad de pedir una ayuda, pero no sabemos cuándo o si nos lo van a pagar».