El COB cumple en Ibiza y ya está en cuartos de final de la Copa de España (72-83)

El Club Ourense Baloncesto hizo los deberes en Ibiza y superó 72-83 al Sant Antoni en el segundo esfuerzo de su doblete balear, clasificándose de paso para los cuartos de final de la Copa de España, que volverá a jugar ante un rival de la categoría inferior, el que se clasifique este miércoles en el duelo Logrobasket - Leonesa.

El partido comenzó con un cuadro local que no quería jugar cinco contra cinco y optaba por las transiciones rápidas o por buscar liberados a sus francotiradores, en especial a un Jeff Solarin que terminó el cuarto con 3 de 3 en triples, liderando el 5 de 6 colectivo que también igualaron los cobistas, con Gabe Kalscheur tomando las riendas en los primeros compases y con Isaac Vázquez dirigiendo bien, además de enchufar sus dos intentos desde más allá de la línea de 6,75. De ese modo, un COB que llegó a perder 7-2 en el arranque se fue a un más seis que recortó un viejo conocido como Greg Gantt, a la conclusión del cuarto, con 24-28.

En los albores del segundo episodio, se despistó el quinteto visitante para que el pontevedrés Rodrigo Gómez saliera de su zona para clavar un triple. El acierto ourensano en el tiro se desplomó, dándole vida a un anfitrión que seguía fino en la media distancia, con Solarin percutiendo y llevando su mano a mano con Kalscheur a los doce puntos con los que ambos se marcharon al descanso. Eso sí, los ibicencos incordiaron lo suyo y se estiraron a un 39-35, que remontaron los jugadores de Moncho López para marcharse al descanso con el 39-41 que no terminaba de demostrar su superior categoría.

El tercer acto fue el que confirmó el control de los cobistas, si bien su trabajo en intensidad defensiva seguía siendo intermitente. Jurgens aparecía en ataque para abrir la primera brecha (43-48), pero Solarin continuaba muy inspirado desde el exterior y fue capaz de apretar de nuevo los guarismos, con un 48-50. A poco que los visitantes apretaban las tuercas en defensa, se abrió la que ya sería definitiva. Un tiro libre de Okanu firmó los dobles dígitos de ventaja (52-62) y las dos faltas consecutivas de Rodrigo Gómez diezmaron el juego interior de los de casa. Al final de este tercer capítulo, el marcador señalaba el tranquilizador 57-67 que avanzaba pocos agobios para el último cuarto.

Y eso que un triple de Kai Johnson, poco incisivo a lo largo del choque, espoleaba a los hombres de Josep María Berrocal. Fue solo un espejismo. Si los baleares no acertaban en el tiro, en el rebote ya no tenían nada que hacer. El COB, además, no se complicó la vida y administró bien el tiempo en cada posesión. Sean McDonnell ponía un 61-77 que fue la máxima diferencia y la victoria forastera nunca corrió peligro, puesto que ventaja siempre se mantuvo alrededor de la decena de puntos. Un buen sabor de boca para paliar el tropiezo del domingo en liga.

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