Lo que no ver

María Doallo Freire
María Doallo NO SÉ NADA

OURENSE

14 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre he sido una friki del cine. No soy ninguna experta. Solo es que me entusiasma y me fascina desde que recuerdo. De niña encontraba en el audiovisual el punto de partida para investigar. Me suscitaba preguntas, curiosidades, admiración. También me hacía desear y me incitaba a soñar alto. Con el tiempo, el cine -y las series, los documentales...- me ha empujado a crecer y a reflexionar; me ha ayudado a descubrir y a profundizar. A día de hoy leo tanto sobre audiovisual, como lo disfruto en las salas y en la pequeña pantalla de mi iPad. Vivo obsesionada con que no me dará tiempo a verlo todo. Me llama la atención lo nuevo y a la vez tengo el corazón en blanco y negro. Hay piezas que sé que veré irremediablemente. Pero también tengo una sección para el material que no quiero. Lo que me niego a ver. Porque este arte me enseñó a poner en práctica la empatía hasta un punto en que ahora es automática. Por lo que con casi todo siento, me emociono, río o lloro. En esa sección «no quiero» estaba El juego del calamar. Lo digo en pasado porque sí, he sucumbido a la presión social. Sabía perfectamente que iba a ver algo que me haría daño y me lo ha hecho. Porque en una serie que habla sobre una ficción tan terrorífica, se esconden grandísimas dosis de realidad. Y eso da miedo. Pero admito la necesidad que tiene el mundo de bien emplear una serie como esta. Porque, entre otras cosas, en ella queda completamente reflejado lo que influye en nuestra vida la salud mental. Con muy diferentes ejemplos, además. Seguro que verla fue el plan perfecto para el festivo de muchos. Por si acaso no ha sido así, no voy a decir más. Yo el martes me fui al cine, a ver si me limpiaba la angustia y la verdad es que todo bien. Esta noche Ara Malikian se encargará del resto.