Los populares devuelven al alcalde sus acusaciones de «negligencia» y le piden que paralice la compra de cuarenta autobuses
14 ene 2022 . Actualizado a las 18:21 h.A lo largo de esta semana, Gonzalo Pérez Jácome y el PP se han lanzado reproches cruzados por problemas de convivencia en la coalición de gobierno del Concello de Ourense. Este viernes se celebró un pleno en el que los socios exhibieron de nuevo sus diferencias. De hecho, los populares se aliaron con el PSOE para tratar de paralizar uno de los proyectos estrella del alcalde, la compra directa de cuarenta autobuses.
Según reconocieron varios portavoces de la oposición, ese era el punto que más expectación generaba de la sesión plenaria, precisamente por las discrepancias que provoca entre PP y Democracia Ourensana. Sin embargo, el regidor —que suele ausentarse con frecuencia de los plenos— solo asistió al inicio del debate. La moción era del PSOE y Jácome escuchó la intervención de la concejala socialista encargada de exponerla, Natalia González. Justo después intervino él para contestarle y posteriormente se marchó para no volver, de modo que fue el teniente de alcalde, Armando Ojea, quien quedó al frente de la sesión hasta su finalización.
Jácome no pudo escuchar, por lo tanto, la intervención de la portavoz del PP, Flora Moure. Este lunes el alcalde la había criticado por votar en contra de la compra de los autobuses en una Junta de Gobierno Local. Según el regidor, los populares habían actuado con «negligencia», pero Moure aseguró que lo negligente habría sido votar a favor. Insistió en que la operación no está avalada por informes técnicos. «A día de hoy, todavía no existe ni un solo papel que avale su conveniencia», dijo la portavoz popular, que remarcó: «No estamos aquí para caprichos».
El alcalde —que, a preguntas de este periódico, no quiso aclarar el motivo de su ausencia— tampoco estuvo presente en la votación de la propuesta del PSOE de paralizar la adquisición. La moción fue aprobada con el apoyo del PP y la viceportavoz socialista se preguntó el porqué de la insistencia «contra vento e marea» de Jácome con esta operación. «Ten algún interese particular o alcalde nesta compra?», dijo. «Ningún», contestó Armando Ojea en nombre de Jácome, que ya había abandonado la sala. Según dijo, se trata de una «decisión política». Previamente, el alcalde había dicho que la adquisición directa de los autobuses era más rentable y, sobre todo, más ágil porque permitiría renovar la flota en ocho meses en lugar de en veinte. «Parecemos La Habana», dijo sobre la antigüedad de los vehículos de que dispone actualmente el servicio de transporte urbano.
Obras «na rúa do alcalde»
Las discrepancias entre PP y Democracia Ourensana quedaron patentes también en otra moción del PSOE, en este caso para pedir la paralización de la adjudicación de unas rampas mecánicas en la calle Concordia, que es donde Jácome tenía su casa y su negocio. Lo remarcó la socialista Natalia González, al igual que José Araújo, de Ciudadanos: «Quererá darlle máis valor á rúa porque así incrementa o seu patrimonio». Rhut Reza comparó la falta de permisos de esta actuación con las obras que llevaron a la inhabilitación al exalcalde de Melón, Alberto Pardellas.
Jácome aseguró que los técnicos municipales avalan su proceder y acusó a la oposición de tratar de frenar sus proyectos, pero el caso es que tampoco el PP apoyó al regidor en este asunto. Los populares, que no usaron su derecho a intervenir en este punto, se abstuvieron y la iniciativa del PSOE —que pedía paralizar la adjudicación de las obras— quedó aprobada. Pese a todo, el alcalde ha dejado claro que seguirá adelante con el proyecto.
