El COB echa por la borda un partido que tenía encarrilado en Burgos (85-80)

El Club Ourense Baloncesto sigue siendo endeble fuera. Aunque dominó el partido en la cancha del Tizona Burgos durante los tres primeros cuartos, en el último no fue capaz de cerrar una victoria que parecía cantada y se quedó a la postre en tierras castellanas: 85-80.

Comenzó el duelo en El Plantío con los ourensanos aceptando el desafío que suele proponer Diego Ocampo, con un baloncesto de alto ritmo y exigencia física. A la iniciativa local contestó Mindaugas Kacinas con dos triples para guiar a su equipo a un 9-13. No era el día de los burgaleses en el lanzamiento exterior, pero aún así apretaron en defensa y con hasta siete jugadores anotando para cerrar el cuarto con un apretado 20-19.

En el segundo capítulo de la confrontación el COB tomó las riendas con decisión. Una vez que Turner y Kacinas habían lucido su producción por fuera, la dupla que formaban Romaro Gill e Ivica Radic sembraba el pánico bajo ambos tableros. El pívot jamaicano llegó a los diez puntos, cuando el marcador señaló un 20-26 que los visitantes marcaron como renta habitual hasta el descanso. Pese a un triple del joven Saint-Supery —un menor de edad cedido por Unicaja—, los anfitriones se fueron al intermedio con una anotación poco habitual para ellos, guarismos de 30-36 que mostraban el camino para que los cobistas pusieran en muchos apuros al equipo dirigido por su paisano.

El equilibrio de anotaciones dentro-fuera de los ourensanos era otro punto a tener en cuenta y, pese a la agresividad que volvieron a exhibir los burgaleses en el regreso a la pista, dos triples consecutivos de Javi López y Justin Turner forjaban el primer aviso serio de los hombres de Félix Alonso, alcanzando los diez puntos de ventaja. Ya en la recta final del cuarto, un triple de Joe Cremo reducía la desventaja local a solo cinco, pero otras dos bombas de McNeilly y Kacinas bajaban el telón del tercer acto, con un 49-58.

El factor confianza de los anfitriones lo personalizó Gerard Jofresa (1 de 8 en triples), cuando se jugó otro misil que puso a su equipo a cuatro. Varias técnicas los castellanos coincidieron entonces con buenos minutos de Radic y Kacinas, que tras un canastón a la media vuelta abría el colchón cobista a siete puntos, a poco más de cuatro minutos del final. El parcial desde entonces fue de 21-10. Ver para creer. Los ourensanos cometieron errores de bulto, como la inocente antideportiva de Jawara, que facilitó la remontada local del 74-75 a 80-75, cuando los de Ocampo estaban lanzados por los triples de un certero Anau Parrado y de Cremo. Kacinas volvió a amenazar de lejos, pero Tizona no falló los libres. El COB se apagó.

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