El cine acogió el pase técnico de estreno de «Dopamina Zero»
26 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Con el cuerpo revuelto desde la primera escena hasta la última. Así queda el espectador tras ver Dopamina Zero, el corto dirigido por Rodrigo Marini y rodado en O Barco de Valdeorras. Veinte minutos conociendo el párkinson a través de un joven músico que afronta una enfermedad degenerativa dura. Muy dura. Durísima. Y así la refleja la película. Juan José Ballesta está soberbio, evidenciando lo mucho que se preparó el personaje a nivel motriz y de dicción, tal y como relevó el director minutos antes de la proyección en el cine barquense. Marini explicó que se inspiró en un amigo que recibió el diagnóstico con 34 años y que aunque la cinta no entra en la parte médica, sí que buscó el rigor clínico para contar lo que hay bajo la piel del paciente.
El corto se rodó íntegramente en la capital valdeorresa. «Ha sido un acuerdo», remarcó Gerardo de las Moreras, productor ejecutivo de Claqueta Blanca. El Malecón, la pasarela, el casco viejo o el aparcamiento de Condesa de Fenosa muestran O Barco más bonito, uno que brilla, tal y como avanzó el presidente del cineclub, José María Rodríguez, que también agradeció que Marini contase de nuevo con él (ya aparece en su cinta anterior, Dragón Blanco) para meterle «detrás de la pantalla» dándole un pequeño papel. También es local la música, con banda sonora a cargo de Sr. Jingles; y el vino, los godellos de A Coroa, Godeval y Alán de Val aparecen en varias escenas.
Ballesta, contento y amable, quiso agradecer el trato recibido durante el rodaje, en especial a los padres de Marini, Viky y Ricardo: «Me he sentido como en casa». Y sobre todo a Marini y De las Moreras, «por confirmar en mí cuando nadie apostaba un duro».
Tras el estreno en O Barco, ahora comienza la gira por los festivales de cine.