La joven ourensana que viajó sola a Corea para adentrarse en la cultura K-Pop: «Aquí son muy independientes»
OURENSE
Alicia Mínguez Silva ahorró durante meses para una aventura que también la ha llevado hasta China
01 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El K-Pop es un género musical y cultural que nació en Corea del Sur. Es una mezcla de diversos estilos como el pop o el hiphop combinados con espectaculares actuaciones en vivo y efectos visuales llamativos. Alicia Mínguez Silva, diseñadora gráfica y creadora de contenido digital, empezó a interesarse por ese movimiento cultural hace cuatro años y quedó fascinada. Tanto que no solo empezó a escuchar a los grupos que encabezan ese fenómeno sino que incluso viajó al país asiático para ir a algún concierto. Pero quería sumergirse de lleno en esa cultura que tanto le atrae y durante meses ahorró para poder organizar el que está siendo el viaje de su vida. Al menos por ahora, porque a sus 26 años decidió coger la maleta y viajar primero a China y luego a Corea. Ella sola.
«Me interesan mucho tanto la música como el diseño y hace unos años llegue de casualidad al K-Pop, que es un estilo mezcla muy bien ambas cosas; fue algo que me atrajo mucho y gracias a eso empecé a interesarme por Corea», cuenta Alicia. Completó sus estudios superiores mientras fue profundizando en todo lo relacionado con sus grupos favoritos de ese país. «Soy bastante friki, la verdad», asegura sobre sí misma. Su primera incursión asiática tuvo lugar hace dos años, para un concierto al que acudió con su madre. Fue una experiencia inolvidable pero se le hizo corta, así que empezó a planear una estancia más larga. Y se fue preparando para ella.
«En España hay muy poquitos sitios donde se pueda estudiar coreano de forma oficial y ninguno estaba a mi alcance, así que fui a la escuela de idiomas de Ourense y me dije, ‘pues voy a estudiar chino'». Admite que ambos idiomas no tienen «nada que ver» el uno con el otro, pero para ella era lo más cercano a lo que podía aspirar y tras empezar a familiarizarse con esa lengua milenaria, despertó también su interés por conocer el país que la habla.
Después de cursar Diseño Gráfico y completar un máster, hizo prácticas remuneradas en una empresa y eso le permitió hacer un colchón. «Estuve trabajando, ahorrando mi dinero para poder hacer el viaje», cuenta. Ella sola lo organizó todo y a finales del pasado mes de octubre cogió un vuelo a Shanghái, su primer destino asiático. «Me decanté por esa ciudad porque es muy conocida y pensé que iba ser donde menos problemas iba a tener, al fin y al cabo esta es la primera vez que viajo sola y pensé que así me iba a dar menos vértigo», cuenta. Pese a los temores iniciales, todo ha ido rodado. «Fue menos choque cultural del que pensaba porque es una ciudad muy turística», afirma. En cuanto al idioma, sus conocimientos de chino y la disposición de la gente fueron suficientes para manejarse. «Siempre están intentando ayudarte; si te ven perdida te echan una mano; el pueblo chino en ese sentido es genial», explica.
Afirma que lo que más le impresionó de la ciudad fue su modernidad. «Llama mucho la atención la infraestructura, la tecnología, el ir por la calle y ver tantísimas luces y edificios muy altos; todo tan bien cuidado; la verdad es que me impresionó bastante», reconoce. De allí viajó hasta Chongqing donde sí notó el choque cultural. «Es una ciudad turística pero para los chinos, que no saben nada de inglés; aún así también me encontré con mucha gente dispuesta a ayudar», asegura.
Seúl está siendo su tercer destino, para ella el más deseado y donde está pasando más tiempo. Llegó hace unas semanas a la capital, donde busca sitios especiales que fotografiar, intentando sumergirse en la cultura local. «Intento encontrar cafés bonitos, lugares que tengan que ver con el K-Pop y los grupos que me gustan», cuenta. Sobre la personalidad de los coreanos, lo tiene claro. «Cada uno va muy a su bola. Es gente muy independiente; ves parejas por la calle pero es raro ver grupos, realmente no hay mucha interacción a no ser que la busques», explica.
A pesar de que ha viajado sola, Alicia asegura que en ningún momento de su viaje ha sentido miedo o desprotección. «En estas ciudades te sientes segura porque hay muchísimas cámaras en todas partes, tanto en China como en Corea, y supongo que los ciudadanos son conscientes de que los van a pillar en cualquier cosa que hagan. Además, hay mucha policía», asegura.
Creó una cuenta de Instagram en inglés que tiene 50.000 seguidores
Aunque la adaptación no ha sido complicada en el plano cultural, con la comida las cosas no han resultado tan sencillas. «Los restaurantes chinos de España no tienen nada que ver con los de aquí. Todo pica y la verdad es que lo pasé un poco mal porque no sabes lo que es cada cosa y tienes que pensar ‘¿me atrevo con esto o no?'», reconoce.
De cara a su próxima vuelta a España, Alicia ya piensa en aprovechar todo lo que ha conocido en este viaje para su actividad profesional como diseñadora gráfica. Además, ha estado alimentando su perfil de Instagram con píldoras de su aventura asiática. «Desde que me gusta el K-Pop tengo esta cuenta. Empecé compartiendo cosas de los discos que iba comprando y fotos artísticas y en este viaje estoy publicando muchas cosas de BTS, el grupo que más me gusta y por el que me sigue la gente, contando la perspectiva fan». La cuenta, @miniyoond, está en inglés y tiene 50.000 seguidores.
TRAYECTORIA
- Quién es. Nació en Ourense en el año 1999.
- Profesión. Alicia estudió en el colegio Carmelitas de la capital y completó su formación en el instituto Otero Pedrayo. Estudió Diseño Gráfico en la Escola de Arte e Superior de Deseño Antonio Faílde de la ciudad de As Burgas y al terminar se matriculó en un máster de la Universidade de Vigo, en el campus de Pontevedra. El último año lo pasó haciendo prácticas remuneradas en una imprenta digital, tras obtener una beca Feuga.