«El sentido común nos pedía abandonar, pero el corazón decía que nos quedáramos»

t. taboada LUGO / LA VOZ

CARBALLEDA DE AVIA

Álvaro Vaquero

Dos policías nacionales fuera de servicio intervinieron en el incendio forestal de Carballeda de Avia

16 nov 2017 . Actualizado a las 18:29 h.

Policías nacionales de Ourense, pero destinados en Madrid, están acostumbrados a situaciones complicadas, pero como la que vivieron hace un mes, ninguna. Ismael García (Ginebra, 1985) y Jonathan Yáñez (Castro Caldelas, 1986) estaban fuera de servicio, pero no dudaron en intervenir en el incendio de Abelenda das Penas, en Carballeda de Avia (Ourense), uno de los más violentos y que se cobró una vida humana. «Estaba de permiso y por la tarde ya se asomaba el fuego. Llegó un momento en que parecía que se aproximaba un tren envuelto en llamas descarrilando», relata Ismael. «Ismael me decía que la situación se complicaba y que el fuego estaba atacando al pueblo. No lo pensé dos veces. Cogí el coche y con otros dos amigos acudimos a la zona», explica Jonathan. «Éramos unos 20 vecinos apagando el fuego. Nos vimos en el medio del pueblo sin nada. Se acabó el agua de la traída y con cubos la cogíamos de los pozos y fuentes para intentar apagar el fuego. Íbamos con un paño en la boca porque nos faltaba respiración y con los ojos cerrados porque no podíamos abrirlos debido al humo», relata Jonathan, que explica que la situación más desmoralizadora se produjo cuando la mujer de Marcelino alertó de la tragedia. «Marchou por aquela cancela, a caseta está ardendo e Marcelino está queimado», gritaba. A pesar de esta noticia, tenían que seguir luchando porque si no el fuego los quemaría a todos. «El sentido común nos decía que abandonáramos la zona, pero el corazón nos decía que nos quedáramos allí ayudando», concluye Ismael.