La estación de Manzaneda trabaja para iniciar la temporada de esquí en diciembre

El 12 de agosto, el incendio forestal que comenzara en Chandrexa de Queixa cruzó el límite municipal y avanzó hacia la estación de montaña de Manzaneda. Las llamas cercaron la instalación, obligando a confinar a unas 180 personas —fundamentalmente niños que estaban participando en un campamento y sus monitores—. El fuego, acompañado de fuertes rachas de viento que lo hicieron muy virulento, se llevó por delante una parte importante de la superficie arbolada, así como los cortavientos y los elementos del bike-park, que tuvo que dar la temporada por rematada. Además, resultaron dañados el telesilla —se quemaron algunos asientos y parte del cableado— y la tirolina.

Un mes después del fuego, en la estación trabajan para recuperar la normalidad. Hay mucho por delante. «Se ha quemado el 80 % de la estación», apunta el director de Manzaneda, Víctor Picos. La mirada está puesta en diciembre con la previsión de que nieve para entonces y pueda iniciarse la temporada de esquí. Explica Picos que ya se han pedido todos los materiales que es preciso reponer y que esta semana comenzaron las tareas de desbroce de la zona no afectada y de reposición de los cortavientos. El calendario con el que trabajan es que queden todos repuestos este mes. También está prevista la reposición integral de la señalización. La de invierno (referida a las pistas) ya está encargada y la del bike-park estará lista antes del próximo verano. Las pasarelas y los saltos se reharán. Además, avanzan desde la gerencia, está previsto mejorarlos para ganar en seguridad, fluidez y durabilidad.

También está pedido el cable tractor del telesilla Manzaneda. Ardieron 170 metros de cable. Explica el director de la estación que el proveedor les garantizó que se lo suministraría en la última semana de noviembre. Después, se estima que serán precisos unos diez días más para sacar el cable viejo, eliminar la parte quemada y empalmar la nueva, y volver a colocarlo. Una vez que el telesilla esté listo para funcionar de nuevo, todavía habrá que hacer las pruebas de seguridad y carga que se realizan cada año antes del inicio de la temporada de esquí. Picos confía en que quede todo listo la primera semana de diciembre. En todo caso, matiza también que dependerá de las condiciones climáticas: «Si comienza a nevar con mucha intensidad y no nos deja trabajar, ya no se cumplirá». En todo caso, asegura que están trabajando con la previsión de que la estación esté a punto para la primera quincena de diciembre.

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En cuanto a la tirolina, también está prevista su reparación. En este caso falta el visto bueno del perito del seguro para poder avanzar en los trabajos. Pero Picos es claro con los planes: «Se va a reparar todo».

Donde no ha sido preciso actuar es en los inmuebles. Todos los edificios se libraron del acecho de las llamas y están funcionando con normalidad, tanto los alojamientos como los servicios de restauración, así como la piscina y el spa —que cerrará a mediados de octubre para labores de mantenimiento, como viene siendo habitual—.

Anulación de reservas

Precisamente los servicios abiertos son los que están usando los grupos que acuden a Manzaneda estos días. El miércoles llegó un grupo y la próxima semana se espera a otro. «Estamos intentando recuperar la actividad», explica Picos. Lo hacen en un contexto difícil. Desde el inicio hasta una veintena de excursiones han anulado sus reservas en la estación.

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