Le pillan conduciendo borracho en O Barco tras haber quitado el cepo que le habían puesto a su coche por ir bebido
O BARCO DE VALDEORRAS
El hombre volvió por segunda vez a forzar el anclaje y a llevarse el vehículo
05 jun 2020 . Actualizado a las 12:32 h.El lunes a primera hora de la noche la Guardia Civil paró a un conductor en la N-120 y le hizo la prueba de alcoholemia. F.J.D.L. de 63 años, dio el triple de la tasa permitida, así que los agentes inmovilizaron el coche, que quedó en el arcén de la carretera, a su paso por O Barco de Valdeorras. Además, instruyeron diligencias contra el piloto por un delito contra la seguridad vial, y este se fue a casa. A la mañana siguiente el coche no estaba aparcado en el lugar donde lo había dejado la Guardia Civil, y esa misma tarde el conductor llama a la Central Operativa de Tráfico para pedir que se levante la inmovilización. Los agentes que se acercan al lugar (el punto kilométrico 453) comprueban que no hay vehículo alguno. Y ahí se queda la cosa hasta que a las dos de la madrugada un agente fuera de servicio ve a F.J.D.L. conduciendo por el casco urbano barquense y avisa a sus compañeros.
Al darle el alto, comprueban que el conductor parece ir borracho de nuevo. No pueden corroborarlo, porque F.J.D.L. se niega a hacer la prueba de alcoholemia. Esta negativa está contemplada en el Código Penal y puede conllevar penas de seis meses a un año de prisión, y hasta cuatro años de privación del carné de conducir. Los agentes vuelven a inmovilizar el coche y comprueban que el dispositivo que habían puesto dos días antes había sido forzado y continuaba fijado al volante. Además, le quitan las llaves al conductor, que se va andando a casa. Y horas más tarde vuelve a por el coche, volviendo a forzar el anclaje y llevándose el vehículo, que es localizado por los agentes cerca de su vivienda. Quitar el cepo del coche acarrea una multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos del carné de conducir.
Desde la Guardia Civil apuntan que el hombre podría haber incurrido en varias faltas contempladas en la Ley de Seguridad Ciudadana: una falta de desobediencia reiterada, una falta de respeto y consideración debida a los Agentes actuantes caracterizada por improperios proferidos a los mismos y una predisposición desafiante ante los requerimientos de la fuerza interviniente.
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