El pago de las facturas se demora en casi 50 días en el Concello de Ourense

Los ritmos que marca la administración local y su pesada burocracia suelen provocar que en la recta final del año el pago de facturas se atasque. El 2017 no está siendo una excepción. Tras un arranque de ejercicio en el que el Concello de Ourense presumía de cumplir a rajatabla la normativa marcada por el Gobierno central y adelantaba el abono de facturas a proveedores muy por debajo de los 30 días que marca de tope la ley, la situación ha dado un vuelco en la segunda parte del año. En septiembre, el último dato oficial sobre el que hay constancia, Ourense incumple por segundo mes consecutivo el tope marcado por la normativa.

Lo hace además con creces, toda vez que durante ese período las deudas con proveedores acumularon un retraso de 50 días. Supone un retroceso considerable con respecto al mes de agosto, donde el informe de Tesorería fijaba una media de 34,94 días. La cifra de octubre, por ejemplo, contrasta con la que se reflejaba el pasado mes de febrero, donde se situó la media de abono en tan solo 7,65 días. Desde esa fecha, y según se ha ido consumiendo el crédito en la institución municipal, el retardo no ha dejado de crecer de manera paulatina hasta situarse fuera de los plazos marcados por el Gobierno central en los dos últimos meses.

A esta situación no ayuda el hecho de que Ourense cuente con los presupuestos prorrogados desde el ejercicio del 2014. Tampoco mejora el escenario la norma del techo de gasto, que dificulta a los concellos el margen de maniobra para hacer frente a sus obligaciones aunque cuenten con fondos.

Situación que se repite

El análisis de los datos del período medio de pago a proveedores de los últimos ejercicios permite comprobar esa tendencia a demorar los abonos en la recta final del año. En el mes de septiembre del 2016 la media fue de 35,31 días y en el mismo mes del 2015 fue de 46,24.

---

---

---