Magosto entre el licor café y la «rave»

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El espectacular día de sol invitó a cientos de ourensanos a celebrar la fiesta en Montealegre

12 nov 2017 . Actualizado a las 17:16 h.

La tradición de los magostos sigue viva en el monte. El día de San Martiño amaneció soleado y con buena temperatura y los ourensanos se echaron cuesta arriba, hasta lo alto de Montealegre, bien andando o bien en coche. Grupos de amigos, familias, jóvenes sobre todo. Al llegar al monte, una serie de letreros advierten de la importancia de dejar todo limpio de nuevo al acabar. A los lados del camino se ven algunos grupos con sus fogatas. Al fondo suena música de Supertramp. Once chicos de Ourense ciudad, que dicen ser amigos desde los cuatro años, desde los 17 celebran juntos los magostos en Montealegre cuando el tiempo lo permite. Han asado chorizo, castañas, costilla y tienen la premisa de «deixar todo limpo». «Bótase en falta que a esta festa se lle dea valor fóra coma ao entroido», opina Xan.

Más adelante celebra el magosto la familia López-Valeiras, con miembros repartidos por Pontevedra, Ribeira o Barbantes, que se juntan para celebrar la fiesta típica ourensana. Comentan que, al estar tan seco el monte, no han tenido problema como otros años para encontrar madera y ramas para quemar. Pidieron permiso para la fogata y queman lo que han recogido alrededor, dejando una zona de seguridad, además de vigilar el fuego, porque sopla algo de viento. Licor café y rosquillas caseras son el postre, después de las castañas -del súper, precisan-, los chorizos y las tortillas. La madre canta la canción Licor café, de Lamatumbá.

Más arriba, en la zona de rocas está la gente más joven, adolescentes. Hay una rave party y suena música tecno; han instalado una mesa y alguien pincha. Es donde se ve todo más sucio: botellas, latas, plásticos, bolsas... que, seguramente, allí quedarán, pese a los avisos de recoger. «A xente nova, de quince ou dezaseis anos, beben e deixan todo aí», comentan Enrique, Paco y Diego, veinteañeros que han hecho su «churrasquiño» y sus castañas más abajo. Son diez amigos y llevan en el monte desde la mañana. Vieron pasar ambulancias para trasladar a jóvenes que se pasaron con el consumo de alcohol. Tres chicas, Uxía, Sara y Miriam, esperan a más compañeros. Han subido al monte con bocadillos. Sara comenta que le «mola o magosto polo sitio, pero está todo tirado e hai moito neno». Otro grupo de trece amigos de entre 20 y 21 años - Diego, Marta, Sabela, Tania y Angie- también comieron de bocadillo. No son partidarios de la fogata. «Por los incendios y porque no nos gusta manchar», dice Angie. Más abajo, catorce amigos y familiares sí tienen fuego, con el que asaron carne y chorizos. Las castañas son de Toledo, explica Irene, una sevillana que es la primera vez que sube al monte a hacer el magosto. Cree que la fiesta podría interesar fuera de Ourense.