Las pantallas digitales encienden el debate

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

El Concello de Ourense ya recibe quejas formales por la instalación de cuatro mupis en el casco urbano

21 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay más que darse un paseo por las calles más comerciales de la ciudad para comprobar que las pantallas digitales han ganado espacio y se han convertido en un nuevo y colorido sistema publicitario. Entidades financieras, grandes compañías de telefonía, pero también pequeños negocios no han dudado en lanzarse a llenar las fachadas de sus negocios con luminosas pantallas que buscan que al cliente le entre su propuesta por los ojos.

El Concello de Ourense también se ha sumado a esta tendencia. Lo ha hecho con retraso respecto a los planes iniciales, ya que la empresa concesionaria tenía que haberlos tenido en funcionamiento hace casi un año. Entre los contratiempos que generaron este retraso estuvo el cambio de ubicación, de acuerdo con informes técnicos. Finalmente se están instalando estos días en la plaza Bispo Cesáreo, en la calle Curros Enríquez -entre la subdelegación del Gobierno y el Hotel San Martín-, en la avenida Pardo de Cela -en el entorno del pabellón de Os Remedios- y en Sáenz Díez -en las proximidades del centro comercial Ponte Vella-. Los equipamientos todavía no están en funcionamiento, pero ya han generado las primeras quejas. El pasado lunes, en el Rexistro del Concello de Ourense entraba una denuncia de un agente de la Policía Local, que alerta de los riesgos que supondrán para la seguridad vial estos equipos al estar orientados hacia el tráfico. «Como se pueden intentar instalar las pantallas hacia los coches cuando este Concello tiene abiertos más de 200 expedientes sancionadores a las empresas que tienen en la ciudad colocadas vallas publicitarias. ¿Acaso es menos lesivo para la circulación una pantalla digital con imágenes en movimiento, que una valla fija», se pregunta en el escrito de denuncia.

El agente policial, que presenta la reclamación a título particular, considera que se trata de un atentado contra la seguridad del tráfico y recuerda que ya en el año 2008 se intentó instalar cuatro pantallas digitales durante la época del gobierno bipartito. «Se denegó por el Concello con informes desfavorables de la propia Policía Local, que llevaron al final a los juzgados a todos los intervinientes. Ahora por motivo oscurantistas otra vez se vuelve a intentar instalar otras cuatro pantallas concurriendo las mismas circunstancias», razona el denunciante.

En el escrito que entró el pasado lunes por Rexistro se incluye un dosier fotográfico con las cuatro ubicaciones elegidas para colocar los mupis digitales. En él se observa como las pantallas estarán enfocadas hacia los vehículos. «¿Es que ahora los conductores mientras conducimos por la ciudad, en vez de atender a las señalizaciones viarias de tráfico, tenemos que ponernos a ver los anuncios y demás cosas que el Concello nos ponga en una televisión gigante por la ciudad?», concluye antes de solicitar la retirada de los equipamientos en los lugares donde ponga en peligro la seguridad del tráfico y de peatones, o que en su defecto no estén orientadas a la circulación.

El visto bueno a la ubicación de los cuatro equipos digitales de gran tamaño se dio en una Junta de Gobierno Local del pasado 20 de marzo del 2018. En esa sesión se destacó que la modificación sobre las ubicaciones originarias se sustentó en sendos informes de Patrimonio de la Xunta de Galicia y de la Policía Local.

Ayuda a los turistas

Desde hace cuatro meses, los viandantes que pasaban por delante de la Oficina de Turismo miraban con curiosidad una máquina de información turística embalada. Desde hace unos días ya se ha resuelto el misterio y ya se encuentra operativa para que el visitante cuente con una herramienta que le ofrezca información de primera mano sin necesidad de que sea en horario de oficina. Incluye un callejero, así como otro tipo de datos útiles sobre la ciudad y su potencial turístico.

Esta actuación se incluye dentro de un convenio firmado por el Concello de Ourense y la Xunta, que también contemplaba la mejora de la señalización en las zonas termales y que buscaba acabar con las numerosas quejas de los turistas.