«Soy feminista porque creo que haría lo mismo siendo hombre»

María Doallo Freire
María Doallo O BARCO / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Palma Roca

24 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Maricarmen González lleva 36 años dedicando su vida al Concello de Carballeda de Valdeorras (Ourense), los primeros cuatro como concejala popular y los siguientes 28 desde la alcaldía, puesto que revalidó con mayoría absoluta en las elecciones del 26M. Ella es mujer, del rural y además política desde su juventud. «Opté por el compromiso con mi pueblo y para ello tuve que renunciar a la vida social y familiar común que va ligada a una joven veinteañera. Este trabajo va contigo a donde vayas, nunca te evades o dejas de tener implicaciones, eso también acarreó que no tenga hijos. Lo vas dejando porque siempre hay algo que hacer y para ser madre se necesita concentración y tiempo, esas dos cosas yo las tenía puestas en el Concello». Así lo afirma González y su voz muestra total normalidad y satisfacción personal, no hay arrepentimiento en su toma de decisiones, pues tal y como aclara: «Soy muy soñadora y, en muchos casos, utópica. Este fue uno de mis grandes sueños».

González es una mujer con mucho carácter que al hablar de machismo, tiene claro que nunca lo permitió. «Soy consciente de que la discriminación por sexos existe, hacia ambos lados, en política y en muchos otros sectores, pero lo cierto es que en mi caso nunca la he recibido. Creo que a veces depende de la actitud de cada uno ante esa situación. Yo siempre tuve y tengo claro que en la vida no es ser mujer o ser hombre, es ser persona y como tal, no se puede permitir la discriminación. Soy feminista porque creo que haría lo mismo siendo hombre que siendo mujer», explica. Esta es su experiencia dentro del ámbito profesional, algo parecido a lo que opina sobre la discriminación machista en el medio rural: «He visto hombres comodones toda la vida y una cultura que apoyaba esa comodidad. Gracias a un cambio en la propia actitud de las mujeres conseguimos que en la actualidad las cosas sean muy diferentes. Hay que saber decir ‘la cena te la haces tú’ y saber arreglar nuestro propio grifo».

El suyo es un Concello homogéneo en el que el número de trabajadores hombres no supera al de trabajadoras mujeres, pero más por aptitudes que por buscar este equilibrio. Como en el caso de las listas electorales paritarias, González lo tiene claro: «No digo que no haya que hacerlas, pero a nivel personal no me gustan porque me da la sensación de que ya me están discriminando. Entras aquí porque hay que meter mujeres, no señor, entro aquí porque valgo tanto como cualquier caballero y punto».