Los hoteles de Ourense rondaron una ocupación del 95 % durante el puente

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Agostiño Iglesias

La Oficina Municipal de Turismo registró un total de 1.146 peticiones estos días

20 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Gente que venía de paso, y turistas que en algunos casos llegaron a encadenar hasta diez días de estancia. El puente del mes de agosto dejó un perfil heterogéneo en lo referente a los visitantes en la ciudad de Ourense, con la Oficina Municipal de Turismo registrando un total de 1.146 peticiones de información entre los días 15 y 18. Desde el Concello valoran este bagaje como «moi positivo», concretando que una vez más volvió a predominar el perfil de viajeros españoles, con los extranjeros en un 14 %. En este sentido, la Oficina recibió durante la semana pasada a un grupo de 80 ciudadanos alemanes que quisieron conocer a fondo la ciudad de As Burgas.

En el caso de los hoteles, las 90 habitaciones del Barceló estuvieron ocupadas entre jueves y sábado. El domingo, siendo el día habitual de adiós de los visitantes, la dirección calcula que había un 80 % de reservas. «El mes de agosto está siendo fabuloso», dice Javier Estefanell. Admite que esta semana, eso sí, ha servido para ir compensando un julio difícil. «Hubo poca gente de paso. Algunos estuvieron tres o cuatro noches con base en Ourense para moverse a otras zonas», dibuja Estefanell.

Este aspecto parece situar a Ourense no solo como un destino específico, sino como una ciudad lanzadera hacia otras rutas turísticas. «Desde aquí hacen alguna excursión a Santiago, los Cañones del Sil o la Ribeira Sacra», explica el director del Barceló. Pero Estefanell también deja alguna pista de qué es lo que atrae a los foráneos al llegar a las calles de la capital provincial, porque el Casco Viejo mantiene su poder de atracción, particularmente en lo tocante a la gastronomía: «Salir de tapeo fue otro de los planes de la gente que llegó aquí».

Portugal y Madrid, entre los fijos

El Barceló fichó durante la semana pasada a visitantes de origen variopinto. «Un 80 % de los clientes es español. Hay un goteo de británicos, alemanes, franceses e italianos. E incluso emigrantes retornados de México y Venezuela que echan aquí entre cinco y doce días, pero la mayoría de los que llegan de fuera son portugueses, por la cercanía», concreta Estefanell.

En el caso del Barceló, detectan que la media de edad de los visitantes ha descendido desde el cambio de firma. «Hay incluso alguna pareja a la que le hemos pedido el carné», bromea el director del hotel.

Ese efecto imán que produce Ourense en el caso del turista portugués se reproduce también en el Eurostars Auriense. Durante el puente pasado registraron una ocupación de casi el 86 %, con el turista nacional como el protagonista y el visitante luso de segundo.

En el Carrís Cardenal Quevedo, mientras tanto, la dirección ha documentado «una ocupación de un 95% en total en los cuatro días», con presencia de 10 % de turistas extranjeros con un marcado origen europeo. En su mayoría, parejas de entre 30 y 60 años que vinieron a pasar unos días desde países como Francia, Portugal, Finlandia, Reino Unido, Italia, Rumanía e incluso al otro lado del Atlántico, de los Estados Unidos.

En el caso del Parador de Santo Estevo, por ejemplo, tienen en la confianza de británicos y franceses uno de sus particulares filones. «La ocupación ha sido muy buena durante casi todo el mes de agosto. En el puente, concretamente, de un 98 %», explican en el parador. Muchos de ellos acuden atraídos por la inmensidad natural de la Ribeira Sacra, al igual que el turismo llegado desde Madrid, uno de los que nunca falla en Santo Estevo. «Son la mayoría de los que vienen de fuera», dicen allí. Y en el caso de los portugueses, esta vez, son minoría.

Curiosamente, el turismo en áreas rurales es uno de los factores que, según informa la Consellería de Cultura de la Xunta, impulsa concellos ourensanos como Lobios o Cenlle.