Desarticulan una organización que traía engañadas hasta Ourense a mujeres para obligarlas a prostituirse

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez LA VOZ / OURENSE

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La policía ha denetido a siete personas, de las que seis ya se encuentran en prisión preventiva

22 nov 2019 . Actualizado a las 21:10 h.

La comisaría de policía de la capital ourensana ha desarrollado en las últimas horas una importante operación que ha permitido llevar a cabo a desarticulación de una organización que, según se sospecha, se dedicaba al tráfico de personas y a la prostitución. Desde hace varias semanas, los investigadores policiales con funciones de extranjería seguían la pista a los integrantes del grupo criminal, materializándose en los últimos días el arresto de siete personas de las que seis ya se encuentran en prisión preventiva.

Por el momento se les imputan delitos relacionados con la trata de seres humanos y la incitación a la prostitución. La autoridad judicial consideró necesario ordenar su ingreso en prisión, a petición de la fiscalía ourensana, por existir riesgo de fuga, ya que los arrestados, todos extranjeros, no tienen arraigo en nuestro país. Se tuvo en cuenta además la gravedad de los hechos que se les imputan y el riesgo de reiteración delictiva.

Nacionalidad venezolana

Al parecer, la organización investigada se dedica a captar en su país de origen a mujeres, casi siempre de nacionalidad venezolana, con el objetivo obligarlas a dedicarse a la prostitución, aprovechando la situación especialmente vulnerable que las víctimas padecen en su país de origen. Así, los investigadores policiales pudieron conocer que muchas de las perjudicadas tienen hijos menores a su cargo y atraviesan enormes dificultades económicas, una circunstancia que para los agentes pone de relieve lo especialmente vulnerables que son.

Esa necesidad las habría convertido, además, en las víctimas perfectas para los engaños que ponían en marcha con ellas los integrantes de la organización. Les prometían un trabajo y se comprometían a pagarles los gastos, si bien a su llegada a la ciudad se les informaba de que habían contraído una deuda de hasta dos mil euros.

Pisos siempre vigilados

La red criminal dispondría de viviendas en la capital de As Burgas, en los que encerraban a las mujeres, obligándolas a mantener relaciones sexuales con clientes a cambio de dinero. Debían de esa forma pagar la deuda.

Se sabe por ahora de la existencia de dos pisos utilizados para explotar a las mujeres, uno de las cuales estaría situado en la calle Antonio Puga de la capital. En estos apartamentos, las víctimas eran, al parecer, vigiladas en todo momento por los hombres y mujeres pertenecientes a la organización y ahora ya encarcelados, quienes se ocupaban además de gestionar las citas con los clientes. Usaban a las víctimas como meros objetos, privándolas de su libertad, e incluso colocaban anuncios ofreciendo sus servicios a través de Internet. Ahora la pesadilla habría acabado para ellas.