El derbi más raro del mundo

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE CIUDAD

22 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía Fernando Vázquez, en una amplia entrevista publicada esta semana en La Voz de Galicia, que el Celta-Dépor podría ser el mejor derbi de España, pero que aquí se estilaba más lo de hundir al rival que fomentar la rivalidad sana. Y no pude evitar pensar en lo que sucede en Ourense. El pasado sábado se disputó el derbi entre la UD Ourense y el Ourense CF —el antiguo Ponte Ourense—. Y, a la vista del resultado, no dejó nada nuevo. El Ourense CF anda sobrado de goles y falto de afición, justo lo contrario de lo que le sucede a la UD Ourense. Y es que el derbi ourensano podría disputar el título de más raro del mundo. Los unos se afanan en ocupar un lugar en el corazón de una ciudad que de momento les da la espalda. Y lo hace con goles y buenos resultados, tanto que tiene en su mano la clasificación para la fase de ascenso a Segunda División B. Los otros no logran, de momento, alcanzar en el campo el alto nivel que tiene y demanda su afición, que les acompañó en su peregrinar por campos de regional hasta llegar a una categoría nacional. Ahora les queda lo más difícil, el salto al fútbol profesional. Su masa social, creo que ya lo he dicho aquí en alguna ocasión, es más fiel y activa que la que tenía el CD Ourense en sus últimos años. Y por si faltaba alguna salsa, llegó el alcalde Gonzalo Jácome con su visión americana abogando por una fusión de ambos clubes, como si el deporte rey se moviera por los mismos códigos que la política. No se da cuenta de que aquí el fin no justifica los medios. Sin darse cuenta, unos y otros se retroalimentan: ¡qué sería del fútbol sin una rivalidad (sana)!