Condenado por dañar con un tractor la cancilla del pazo en la que residía Mario Conde

La Voz OURENSE

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Miguel Villar

La jueza no tiene dudas de que el acusado, vecino de Chaguazoso, dañó la propiedad en la que residía el empresario de forma deliberada

19 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de lo penal número 1 de la capital ourensana ha condenado al pago de una multa de 2.250 euros, como autor de un delito continuado de daños, al conductor de un tractor que durante la madrugada del 6 de julio de 2016 impactó contra un vehículo que estaba estacionado en la localidad de Chaguazoso, A Mezquita, al que arrastró a lo largo de unos seis metros. En el mismo incidente, y según ha quedado probado, el acusado aplastó por completo la verja de la entrada de una finca en la que en aquellas fechas residía el empresario Mario Conde. Días antes del incidente, y según recoge la sentencia, el acusado se había encontrado en un bar con uno de los empleados de Conde, al que dijo que «su jefe era un ladrón».

Pese a que durante el juicio el acusado, Fernando A. S., negó los cargos, la jueza considera acreditado que aquella madrugada, tras varias horas de juerga por clubes de alterne de Verín, el sospechoso cogió un vehículo agrícola de su propiedad e impacto de forma intencionada contra las cancillas de la casa grande A Cerca, una de las cuales tenía cuatro metros de ancho y quedó «totalmente destrozada en el suelo». Un testigo lo vio y avisó a la Guardia Civil.

La magistrada, además de la multa, impone al acusado el pago de una indemnización de 2.013 euros por los daños causados en las lunas del vehículo y el abono de la cantidad que se determine por los daños en la propiedad privada, que en su día fueron abonados por el propietario de la finca. La jueza indica en la resolución que las pruebas documentales y testificales permiten «desvirtuar la presunción de inocencia del acusado», por lo que descarta que el autor de los daños fuera otra persona. El acusado había expuesto esta posibilidad, asegurando que el tractor tenía siempre las llaves puestas.

Durante el juicio el propietario del pazo reconoció que cuando ocurrió el incidente era Mario Conde quien vivía en el pazo, si bien ya entonces le debía varios meses de alquiler. Contó asimismo que fue el empresario quien ordenó arreglar las verjas, encargando unas nuevas en las que aparecían las iniciales MC.