El grupo acaba de publicar «Adictos a la euforia» y lo presenta el viernes en Ourense
21 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Afirma con rotundidad que Revólver es hoy su mejor versión. La banda sacó a la luz el álbum Adictos a la euforia en febrero. Dicen que es una declaración de intenciones, pero Carlos Goñi, su líder, añade que es, en definitiva, lo que todo el mundo busca: «Se trata de no mentir, ser feliz y que la vida nos sonría». El 24 de marzo estará en el Auditorio de Ourense (21.00 horas) para presentar sus nuevos temas y repasar los clásicos.
—Acaba de comenzar la gira. ¿Cómo esta siendo la respuesta?
—La gente va a encontrar la mejor versión de Revólver hasta ahora, seguro. Es un concierto de dos horas y la gira llena todos los teatros. Cuando hago un álbum, tengo un planteamiento distinto al que tengo en un concierto. Cuando estoy encima del escenario quiero que sea una fiesta y que el público sea el invitado. Quiero que se lo pase lo mejor posible, con lo cual interpreto las canciones que más conoce, las que quiere escuchar, además de las nuevas. Cuando grabo discos o canciones hago lo que me dicta el corazón y punto. No entra nada que tenga que ver con las modas, las vanguardias o los gustos de cada uno. Ahí manda el corazón. Cualquier propuesta artística entiendo que debe ser así.
—¿Cómo definiría «Adictos a la euforia»?
—En el disco se refleja la música que más me ha gustado desde que empecé a tocar siendo un crío, la de los años setenta. Esa fue la que me hizo dedicarme a esto. Cuando hablo de declaración de intenciones es que no hubo mi media concesión a los tiempos en los que vivimos, en muchos aspectos.
—Por eso afirma que no compuso durante la pandemia...
—Ni una coma, nada, no quería que el bicho se colase dentro de ninguna canción.
—¿Cuál es el secreto para que Revólver siga muy vivo tras más de tres décadas?
—Supongo que dejándome la vida en ello y no mintiendo. Eso la gente lo sabe. Puedo gustar más o menos, pero una cosa que no hago es engañar a nadie y no lo he hecho nunca. Tras el primer álbum, un tipo que sabía mucho me dijo: «Ten cuidado con lo que haces el resto de tu carrera porque has conseguido que estos te crean». Eso se me quedó para siempre. Cada canción, cada concierto y cada disco lo he hecho como si fuera el primero de mi vida. Imagino que eso llega.
—¿En qué momento personal está?
—En general, y haciendo referencia al disco, adictos a la euforia somos todos. Queremos estar bien, ser felices y que la vida nos sonría a cada rato. He navegado mucho en el mar de la tristeza, durante muchos años, y cuando te acostumbras es muy cómodo, porque solo tienes que eliminar expectativas. Pero eso es una mierda. Ahora estoy atravesando la mejor época de mi vida. A mi edad muchos ya piensan en jubilarse, pero yo estoy en otro sitio que no tiene nada que ver. Lo que hago es tan vocacional que no concibo la vida de otra manera. Lo más grande que me ha pasado en los últimos años es que un día me levanté por la mañana y dije: «Creo que la vida ya no me debe nada».
—Hace unos meses participó en el programa de televisión «Dúos increíbles». ¿Cómo fue la experiencia?
—Había hecho una transformación física importante y quería ver hasta qué punto podría eliminar mis miedos y mis vergüenzas. Fue un medio maravilloso para pisar suelo desconocido.