La carretera de San Vicente ya estuvo cortada, hace 20 años

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

VILAMARTÍN DE VALDEORRAS

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El problema surgió hace más de dos décadas y aún está tramitándose la solución definitiva

20 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de San Vicente de Leira, en Vilamartín de Valdeorras, son noticia en los últimos días por sus protestas debido a que la carretera de acceso al pueblo ha sido cerrada ante el temor a que se derrumbe. No es, ni mucho menos, la primera vez que sus quejas afloran en las páginas de los periódicos. El día 19 de marzo de 1998, hace exactamente veinte años, La Voz de Galicia titulaba así una información a toda página sobre esta problemática: «La Diputación ordena paralizar la cantera que afecta al acceso a San Vicente».

El actual alcalde de Vilamartín de Valdeorras, Enrique Álvarez Barreiro, estuvo durante días encerrado en su Ayuntamiento para reivindicar una solución para la carretera. Previamente el vial había sido cortado por la Diputación, titular del mismo, y el regidor solo abandonó su protesta después de que el presidente provincial, José Manuel Baltar, se comprometiese a instalar barreras móviles que permitiesen el paso de vehículos de emergencia así como a realizar obras urgentes en otra carretera para facilitar un acceso alternativo a los vecinos.

Pero no es la primera vez que estos escuchan promesas que después no llegan a cumplirse. «El conflicto suscitado en torno a las labores de la cantera y el estado del firme del acceso a San Vicente se remontan al año 93. Todas las actuaciones puestas en marcha desde entonces no han servido para solventar la situación y parece que la empresa no va a cambiar de actitud, según aseguró el regidor de Vilamartín, Manuel Candal, quien se entrevistó hace unos días con responsables de la firma pizarrera. Los problemas surgen por la extracción de pizarra en la zona inferior del monte sobre el que se asienta la carretera, lo que produjo ya en el 93 ‘esvaramentos de terra nas ladeiras e repises na plataforma da estrada, así como gretas no asfaltado, que determinaron un perigo crecente para o tráfico’», contaba entonces La Voz de Galicia.

Lo cierto es que la Diputación ourensana ordenó hace veinte años paralizar la actividad de la cantera y denunció los hechos ante la Fiscalía por si la compañía pudiese haber cometido algún delito. Por aquel entonces, un informe técnico alertaba de que «desaparecida a estrada provincial, a empresa desviou o tráfico, de forma provisional, por un camiño de terra que construíu a propia empresa sen se axustar a ningún proxecto, na zona superior do monte no que antes estaba situada a estrada provincial». Hoy en día los vecinos siguen esperando una solución definitiva.