Un problema técnico deja al Provincial sin bañera para favorecer los partos

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARCOS CREO

La Xerencia ofrece a las pacientes la opción de usar el servicio del Hospital do Salnés

31 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (Chop) no dispone en estos momentos de bañera de dilatación para favorecer el parto a aquellas mujeres embarazadas que deseen usar esta prestación. La bañera específica existente en el Hospital Provincial lleva tiempo inoperativa por problemas técnicos. La situación, que difundieron usuarias de Caldas de Reis al cuestionar el servicio de matrona que se presta en su municipio, fue confirmada ayer de forma oficial por la Xerencia. La dirección afirmó, a preguntas de La Voz, que tiene constancia de que la bañera de dilatación del Provincial está inoperativa. Achacó que no se pueda usar a «problemas técnicos» que no precisó. La previsión es que el contratiempo esté resuelto lo antes posible.

«Ya se realizó una valoración y se están llevando a cabo los trámites para darle solución a esta situación con la mayor celeridad posible. Se prevé que en las próximas semanas esté solventado», señaló un portavoz del Chop. Sin bañera de dilatación en el hospital público de la ciudad, ¿qué alternativa se da a las parturientas de Pontevedra?

Desde la Xerencia afirman que en el hospital comarcal de O Salnés, en Vilagarcía, hay actualmente «recursos disponibles» para garantizar la atención asistencial a las pacientes del área sanitaria, puesto que ese centro cuenta con dos bañeras que permanecen operativas. Por ello, se ofrece a las embarazadas de Pontevedra y otros concellos de la comarca que quieran usar la bañera la posibilidad de desplazarse a Vilagarcía para dar a luz. Lo que no concretó la dirección es si desde que el Provincial no cuenta con el servicio se dio algún caso de derivación de usuarias a O Salnés.

Pero, ¿cuáles son los beneficios de la bañera de dilatación? Según explican fuentes sanitarias, cada vez son más los hospitales que se suman a la atención humanizada al parto que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una atención que recoge la participación activa de la madre y la adecuación del entorno físico para su comodidad y seguridad durante el alumbramiento.

Más cortos y menos dolor

En concreto, la bañera de dilatación lo que hace es favorecer el parto al hacerlos más cortos y menos dolorosos. La función de estos recipientes con agua tibia es acoger a la madre durante la fase de dilatación, «lo que ayuda a mitigar el dolor de las contracciones gracias a varios factores».

Los profesionales sanitarios consultados inciden en que sumergirse en la bañera induce a la mujer a la relajación, reduce la ansiedad, estimulando la producción de endorfinas, mejora la perfusión uterina y acorta el período de dilatación. Además aluden a que la posición que se adopta en la bañera, sentada y no acostada, provoca que el bebé haga presión y descienda, lo que también ayuda a reducir el tiempo de parto.

Entre las alternativas que existente -deambulación, masajes o pelotas de dilatación, entre otras- parece que la bañera se impone cada vez en los hospitales para favorecer aquellos partos naturales que no presentan complicaciones médicas.