«No hay ninguna intimidad y tenemos que compartir baño»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

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Usuarias del servicio de matrona de Caldas de Reis denuncian las condiciones y reclaman otro local

03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Que os vaya bien en la lucha». Es la frase de ánimo que les dice la matrona sustituta de Caldas de Reis antes de terminar su última jornada de trabajo en un destino para el que no ahorra calificativos. «Tenemos los medios mínimos, pero esto es un asquito. Huele a humedad, a cerrado, y yo me lavo las manos constantemente. La silla de exploración, aunque parece de la Segunda Guerra Mundial, no es lo peor», asegura esta profesional. Quienes escuchan lo saben perfectamente porque lo padecen. Son cuatro embarazadas que han decidido pasar de las quejas a la acción, hartas de recibir un mal servicio. Son Patricia Campos, la que abrió batalla, Alicia Fontenla, Ana Pastoriza y Ana María García.

La cita con ellas es en la antigua escuela taller de Caldas, donde desde hace ocho años está ubicado el servicio de matrona. Este local de la travesía de Doña Urraca fue cedido, en su día de forma temporal, por el Concello al Sergas ante la falta de espacio que había en el centro de salud. El servicio de matrona cuenta con una estrecha sala de espera, una sala de consulta y otra de exploración, y un baño compartido. En la parte de arriba hay una sala, en teoría para las clases pre y posparto, que por todo mobiliario tiene unas colchonetas. Lo que iba a ser un cambio para mejorar ha derivado en un servicio que deja mucho que desear en unas instalaciones que no son las adecuadas.

Los motivos son muchos. La falta de limpieza y de ventilación es evidente con solo entrar. Pero quizá lo más sorprendente es que futuras parturientas y otras mujeres en edad fértil son atendidas a escasos metros de material de obra. «No hay ninguna intimidad y tenemos que compartir un baño con los operarios», comenta Patricia Campos. En ese baño, que se limpia lo justo, hay una cafetera y hasta tazas. La matrona titular lleva tiempo de baja y la sucesión de profesionales hace que las embarazadas no tengan el seguimiento que necesitan. «Cuando a la gente le cuentas esto no se lo creen, tienes que enseñarles las fotos y claro, alucinan», comentan. Tienen en marcha una recogida de firmas y no pararán hasta que se ofrezca un servicio de matrona acorde al siglo XXI. Hacen hincapié en que lo que piden ya no es para ellas, sino para todas las mujeres en edad fértil que acuden por otros motivos.

Usuarias y matrona coinciden en que el servicio debería estar en el centro de salud, donde existe un contacto permanente con el médico. ¿Y qué dicen las Administraciones? El Concello echa la culpa al Sergas y dice que paga los gastos. «Aquí ninguna Administración gasta un duro», se queja el alcalde, Juan Manuel Rey. Desde la EOXI apuntan que van «a supervisar in situ las condiciones a las que se refieren las usuarias y una vez se tenga un informe técnico se tomarán medidas».