Rías Baixas ya es la cuarta zona turística de España

Carmen García de Burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Pontevedra registra su mejor agosto desde 1999 y se convierte en el tercer destino en turismo rural

04 sep 2017 . Actualizado a las 11:30 h.

Los datos abruman, se miren por donde se miren. Si se trata de los niveles de ocupación en agosto, arroja un porcentaje en las Rías Baixas del 91,11 % que llegan al 95,12  en el caso de la comarca de O Salnés (y al 100 % en sus hoteles de cuatro o más estrellas), al 92 en la de Pontevedra, al 97 en la de O Morrazo, 91 en la de Caldas, 93 en la de Vigo, 90 en el Baixo Miño, 84 en Condado-Paradanta y 86 en la de Deza-Terra de Montes. Estas cifras, insertadas al entorno histórico, arrojan una conclusión muy clara: son las mejores de los últimos dieciocho años y sitúan a la provincia en la cuarta región turística de España. Tras ellas, las del 2016 y, en tercer lugar, las de 1999. De ahí que la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, acabe de calificarlas de «históricas». También, en parte, porque demuestran que el 40 % de los turistas que recibe Galicia buscan Pontevedra como destino.

Pero las perspectivas que ha dejado este verano en la provincia son mucho más amplias. En turismo rural, por ejemplo, Rías Baixas acaba de convertirse en el tercer destino del Estado -solo por detrás de Málaga y Barcelona- gracias a unos datos que situaron la ocupación en el último mes en el 95 % en la comarca de O Salnés, el 92,75 en la Pontevedra, casi del 100 % en O Morrazo,, el 85 en Caldas, el 80 en Vigo, el 88,75 en Baixo Miño, el 81,63 en Condado-Paradanta y el 70 en Deza-Terra de Montes.

Silva destacó, asimismo, el incremento de turismo internacional, lo que traduce como resultado del aumento de rutas internacionales de Peinador a países como Portugal, Francia, Reino Unido e Italia, precisamente los que registraron un mayor movimiento hacia Pontevedra. Por eso, la responsable del ente provincial no quiso dejar pasar la oportunidad de pedir a las Administraciones autonómica y estatal -a las que criticó por haber «pensado en eliminalas»- que «o teñan en conta».