La prevención del cáncer de piel centró la charla sobre fotoprotección

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

emilio moldes

Incidió en la necesidad de proteger toda la piel, incluido el cuero cabelludo o los labios

20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los efectos de una incorrecta exposición al sol son muchos y muy variados. Pero hay uno que, por su gravedad y su alarmante crecimiento, preocupaba especialmente a toda la población: se trata, cómo no, del cáncer cutáneo. Ayer, en la primera de las Charlas Saludables organizadas pola Xerencia de Xestión Integrada de Pontevedra e O Salnés y La Voz de Galicia, se puso especial énfasis en explicar qué tipo de tumores de piel existen y, sobre todo, cómo se previenen. La encargada de ponerle voz a todo ello fue Ángeles Flórez Menéndez, jefa del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra. En una ponencia que combinó datos técnicos con consejos perfectamente aplicables al día a día incluyó una frase de Albert Einstein que, en realidad, resume bien la actitud que hay que mantener ante la exposición al sol y la moda del bronceado que tanto furor causa: «No esperéis resultados diferentes si hacéis las cosas de la misma manera que siempre», decía el genio de la física.

Flórez explicó que existen distintos tipos de cáncer de piel. Simplificando, se dividen en melanomas y en el cáncer cutáneo no melanoma, que pude ser el carcinoma bascular y el carcinoma espinocelular. ¿Cómo protegernos ante ellos? Flórez Menéndez habló, por supuesto, del uso de fotoprotectores. Animó por pasiva y activa a mirar las etiquetas de los productos que se adquieren, a comprobar ante qué radiaciones protege, a usar las cantidades adecuadas y en la frecuencia debida ?se calcula que habitualmente se utiliza menos de un 25 % de la dosis necesaria, la medida correcta son unas seis cucharadas de café por dosis?. También abordó la necesidad de adquirir hábitos saludables y puso una foto que no dejaba lugar a dudas: en una de ellas se veía a mujeres en la playa de la Concha donostiarra hace un siglo, totalmente tapadas ante el sol. En la otra, se veía a un grupo de mujeres en el mismo arenal en la actualidad, con bikini. La imagen le sirvió para ilustrar la tendencia actual al bronceado continuo y a su asociación con el éxito social, lo que lleva a cometer excesos. «No se trata de demonizar la exposición al sol, que tiene beneficios también, sino de exponerse correctamente», indició la dermatóloga. Dio numerosos consejos útiles, como la necesidad de proteger del sol los labios, la cara interna de las manos o el cuero cabelludo. Y acabó a la gallega. Señalando que en Galicia hay algo que viene al pelo en la protección: «Sentidiño».