«Tenemos una plantilla corta para hacer el milagro de cada año»

DEPORTES

Ramón Leiro

La falta de respaldo económico ahoga al club, pero ella confía en un equipo con «capacidad de trabajo»

13 ago 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Con más de 30 años al frente del equipo, Maite Méndez afronta la próxima temporada con una plantilla corta -solo siete licencias de Liga Femenina 2- y da un tirón de orejas a un tejido empresarial en el que no encuentran respaldo para sostenerse.

-¿Cómo está de avanzado el equipo para el próximo curso?

-A estas alturas y con los recursos que teníamos, todo lo que podíamos invertir y planificar esta hecho.

-Está cerrada, por tanto, la posibilidad de más incorporaciones.

-Sí, todo lo que teníamos cerrado, ya está. Tenemos una plantilla, otra vez, súper corta, para hacer el milagro de todos los años, si se puede. Este año hemos dejado plazas libres con la intención de ir rodando a las de autonómica y las júnior. A ver si podemos porque cada día los equipos se refuerzan más y son más competitivos. Tenemos solo siete licencias de Liga 2, las de las cuatro veteranas y las tres nuevas.

-Son muchos equipos los que se ciñen casi en exclusiva a la cantera, ¿es difícil sacar un equipo adelante?

-Sí, hace tiempo pensábamos que económicamente era más beneficioso para el club, pero ahora el coste de fichar y sacar jugadoras de la cantera es más o menos el mismo. Hacerse como jugadora necesita una cocción a fuego lento. Es complicado, las júnior no se quedan aquí, se van fuera, hay una brecha por tema de estudios y después, para poder optar a jugar en Liga 2 hay que ser talentosa.

-Hace un mes lanzaban una especie de auxilio para reunir 8.000 euros para asumir los gastos de la reorganización de la competición.

-Esto se mueve poco en la ciudad, a las empresas que no le interesa el deporte, es difícil hacerlas cambiar y el resto, apoyan con un poco a muchos equipos. No hemos tenido ningún compromiso relevante en el último mes.

-¿Esperan el milagro?

-No creo en ese sentido en los milagros, no hay una apuesta firme por el baloncesto y ya está. Llevamos desde el 2002 sin descender en Liga Femenina 2.

-¿Qué pasa sin no consiguen esa cantidad, qué falla en el tejido empresarial?

-Las instituciones tienen establecidos sus baremos y aportan una cantidad, en algunos casos importantes. Pero sobre todo, la gente no cree en el deporte, no lo ve como una inversión, sino como un dinero a fondo perdido que no te va a revertir. Cuesta cambiar esa mentalidad.

-Esta situación año tras año, ¿merma sus fuerzas?

-Sí, claro que sí. Todos los años tienes una ventana abierta a la sociedad y a medida que avanza la temporada se va cerrando. Hay poca inversión en deporte femenino y en deporte minoritario. Las subvenciones de las instituciones es casi lo único que te queda, dependemos de ese dinero para afrontar los pagos y no llega en tiempo y forma.

-Con todas estas piedras que se va encontrando en el camino, ¿qué le hace seguir luchando después de treinta años?

-Realmente quieres lo que haces. Aquí hay mucho cariño depositado en el club, un equipo de gente que llevamos años trabajando juntos y esos es lo que te permite amarrarte fuertemente cada año para decir, ‘esto sale porque sí’.

-Queda atrás un año duro, ¿cómo prevé que será el que arranca?

-Todos los años lo son mientras no podamos cambiar ciertos aspectos. Va a ser duro, pero con capacidad de trabajo, el año pasado salvamos la temporada por un bloque que llevaba años trabajando junto y esperamos que con estas jugadoras seamos capaces de saltar al ruedo con el mismo espíritu y fuerza de todos los años. Es importante que el equipo se compenetre lo antes posible.