Ocurrió en 1987
21 feb 2019 . Actualizado a las 08:00 h.En febrero de 1987, quienes transitaban por las inmediaciones de Pontevedra no podían dejar de mirar hacia un bulto que había en el suelo. Algunos pensaban que era únicamente una manta enrollada. Y casi nadie creía que ahí debajo podía estar una persona. Pero, efectivamente, ahí permanecía día y noche, sin prácticamente enseñar la cabeza y en huelga de hambre, un joven que se negaba a dar su nombre. El joven insistía en que estaba reclamando justicia porque le habían dado una brutal paliza en el año 1985. Explicaba que la agresión había sido de tal calibre que estuvo de baja varios meses, en los que tuvo que someterse a una operación quirúrgica. Pese a ello, los agresores continuaban impunes. De ahí que el joven se pusiese en huelga de hambre ante la Audiencia. Apenas hablaba con nadie ni se dejaba ver. Sus reivindicaciones aparecían expuestas en un cartel que estaba al lado de la manta. El hombre insistía tal día como hoy, en 1987, que su huelga era de carácter indefinido.