Cae una banda que desvalijaba bares en Pontevedra y A Coruña en menos de treinta segundos

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Cedido

Los ladrones actuaban como verdaderos comandos con células de cuatro integrantes

11 jul 2019 . Actualizado a las 16:15 h.

Con el nombre de operación Presuroso, la Guardia Civil ha bautizado una investigación que ha permitido el desmantelamiento de «una organización criminal a cuyos integrantes se les atribuye la comisión de cerca de una treintena de robos en bares cometidos durante los últimos meses en las provincias de Pontevedra y A Coruña». Por el momento, hay ocho personas detenidas y dos investigadas. 

Las investigaciones se iniciaron a finales del año pasado a raíz del incremento de los robos que se estaban produciendo en los establecimientos de hostelería en la provincia de Pontevedra, fundamentalmente en las comarcas de O Salnés, Caldas y la propia Pontevedra. En todos los casos, el objetivo del robo era la sustracción de las máquinas recreativas y las cajas registradoras, «empleando para ello un modus operandi muy organizado y de gran efectividad que los llevaba a materializar el robo en poco más de treinta segundos». 

Desde la Comandancia de Pontevedra destacaron que solían actuar en células de cuatro individuos, de tal modo que uno se encargaba de fracturar violentamente la puerta de entrada en el local y la máquina recreativa después, mientras que a otro le correspondía la misión de arrancar la caja registradora de su ubicación y un tercero era el responsable de dirigir el operativo. La función del cuarto integrante era la de vigilar en el exterior a bordo de un vehículo en el que se daban a la fuga con el botín.

Después de una compleja y dilatada labor de investigación en la que fue necesario analizar una importante cantidad de información sobre personas y vehículos sospechosos, se estableció una línea de investigación entorno a un grupo de ocho personas asentadas en Ferrol. De este modo, se pudo averiguar que «este grupo itinerante contaba con el apoyo de otras dos personas en la provincia de Pontevedra: un padre, residente en el municipio de Portas y su hijo, en Poio, que eran los encargados de facilitar los vehículos, algunos de ellos de alquiler, con los que cometían los robos». 

Se les atribuye, con diferentes grados de participación, la comisión de un total de 28 robos con un botín que se aproxima a los 40.000 euros en efectivo, cuantificándose los daños materiales en más de 65.000 euros. La mayor parte de estos asaltos, veintiséis, se cometieron en la provincia de Pontevedra, de tal modo que Poio, con 7 robos, Sanxenxo, con cinco, y Barro, con tres, fueron los municipios más afectados. Con dos robos cada uno, figuran los municipios de: Ribadumia, Caldas de Reis y Meis y con uno: Moraña, Cuntis, Silleda, Cambados y Pontecesures. En la provincia de A Coruña se les atribuye la autoría de sendos robos en las localidades de Teo y Cambre.

Por su parte, los sospechosos acumulan un amplio historial delictivo que suma más de 100 detenciones anteriores por hechos similares.

La operación fue desarrollada por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cambados con el apoyo y la colaboración de los equipos y áreas de investigación de la Compañía de Vilagarcía de Arousa y de los Puestos Principales de Cambados y Sanxenxo, bajo la dirección del Jugado de Instrucción núm. 1 y la Sección Territorial de la Fiscalía de Cambados (Pontevedra).