Audasa y Naturgy necesitan un escarmiento

PONTEVEDRA

La eléctrica molesta a miles de clientes por apagones reiterados y la concesionaria de la autopista AP-9 responde con soberbia a la demanda de la Fiscalía

21 sep 2019 . Actualizado a las 21:19 h.

Esta semana, dos empresas concitan el malestar ciudadano por razones parecidas. Tanto Audasa como Naturgy. Ambas prestan servicios básicos para miles de usuarios que emplean a diario la Autopista del Atlántico para desplazarse, o bien el suministro eléctrico para abastecimiento de negocios y viviendas. La calidad de sus servicios dista mucho, muchísimo, de ser modelo de excelencia. No. No podemos concluirlo ni de la sucesión de quejas por la carestía de los peajes y perjuicios ocasionados por las obras de ampliación de Rande, en el caso de la concesionaria de la AP-9. Como de la reiteración de apagones que solo en la ciudad de Pontevedra venimos sufriendo en este verano por parte de la eléctrica.

Ya sea por la acción judicial en marcha contra Audasa -interpuesta por la Fiscalía en nombre de miles de afectados-; ya por las quejas del Concello de Pontevedra ante Naturgy por los cinco apagones sufridos este verano, es de necesidad que ambas empresas sufran un escarmiento para que se les bajen los humos.

Porque ambas, frente al manifiesto malestar de miles de clientes, se conducen con una indisimulada soberbia, negando sus deficiencias y prevaliéndose de su situación. En el caso de Audasa, con un negocio multimillonario asegurado por convenio para años vista; en el de Naturgy, por el oligopolio eléctrico, sobrealimentado en Galicia por la cuota de mercado que los actuales propietarios heredaron de la antigua Unión Fenosa.

Esa displicencia con la que se conducen frente a miles de ciudadanos descontentos tiene mucho que ver también con el trato privilegiado que suelen recibir de las administraciones públicas que las tutelan. Ya sea un ministerio o el Gobierno autonómico de turno. Este tipo de grandes empresas disponen, además, de anclajes, que consiguen fichando para sus consejos de administración a destacados políticos que cobran jugosas dietas a cambio de compartir su know-how.

Audasa saca el colmillo

Por si alguien tenía dudas: Audasa no está por devolver ni un céntimo de los peajes que nos cobró a miles de usuarios del tramo Pontevedra-Vigo mientras padecimos los atascos y retrasos por las obras de ampliación del puente de Rande. Recordemos que se le reclama a Audasa la devolución de más de 700.000 euros por cobro indebido de peajes como consecuencia de los perjuicios que ocasionaron las obras.

Frente a la histórica demanda colectiva que presentó la fiscalía de Pontevedra y a la que se han adherido asociaciones y particulares, la concesionaria ha sacado el colmillo.

Imagino a Juan Carlos Aladro, fiscal jefe de Pontevedra, muy cabreado con el tono y las formas del recurso que han presentado los abogados -seguro que de un bufete renombrado y carísimo- que representan a la concesionaria. Los letrados nos presentan a Audasa como una «víctima». Y acusan al fiscal jefe provincial de hacer unos «huevos revueltos» con los datos de los días de atascos y número de afectados «manejados torticeramente» para culpabilizar a la concesionaria -dicen los abogados de Audasa-.

Lo que para el fiscal jefe de Pontevedra fue un cobro abusivo de peajes durante los tres años que duraron las obras en Rande, «solo fueron 14 días de atascos», según los abogados de la concesionaria que, por encima, considera que «no hay que pagar a los automovilistas atrapados en la AP-9 porque sabían dónde se metían».

Sin prejuzgar lo que haya de ocurrir en el juicio que se siga en el Juzgado Mercantil Número 1 de Pontevedra que celebrará una vista preliminar el próximo 4 de noviembre, creo que somos mayoría abrumadora los que pensamos que a Audasa le va haciendo mucha falta un escarmiento que le baje los humos. Sin duda, envalentonada con los sucesivos acuerdos con gobiernos del PSOE y PP que le permite incrementar precios hasta cobrar principal e intereses de las obras de ampliación que sufragó Audasa. Pero que realmente terminamos pagando los usuarios.

Naturgy tampoco devuelve

En cuanto a la sucesión de apagones eléctricos en la ciudad de Pontevedra -cinco en este verano- parece un cachondeo de la suministradora para con los clientes de la capital de la provincia. Baste decir que el Concello ha formulado una queja formal ante la propia empresa y ante la Xunta de Galicia -como Administración tutelar- para que lejos de evitarse, se repitan los cortes como el acaecido el jueves con más de un millar de clientes afectados.

No parece de recibo que la calidad del suministro en esta capital sea tan deplorable después de las inversiones que la compañía ha venido realizando en las dos últimas décadas. Incluyendo la subestación de Lourizán, que se justificó como la gran solución para la mejora del abastecimiento a Pontevedra. Lejos de ser así, ahora Naturgy admite que se ha detectado «una elevada tasa de errores» en la conducción de media tensión que discurre por San Antoniño. Pero la empresa, lejos de proponerse descontar de los recibos «los errores», se parapeta en que los apagones están dentro de los márgenes legales, que les permite un máximo de diez al año. Así que tengamos paciencia, porque aún pueden sobrevenirnos otros cinco apagones más hasta el 31 de diciembre y Naturgy dirá que presta un suministro adecuado.