La cuota local de la «agenda gallega»

PONTEVEDRA

Las demandas de Pontevedra y de Fernández Lores contarán mucho en las exigencias del BNG a Pedro Sánchez para apoyarle

17 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El BNG también exigirá una «agenda» gallega a cambio de su apoyo al futuro gobierno de España que pretendan formar en coalición PSOE y Unidas Podemos, en virtud del preacuerdo que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmaron hace unos días. Y dentro de esa «agenda» gallega, Pontevedra influirá mucho y tendrá su cuota. La ciudad del Lérez tiene unas demandas muy importantes, con el asunto Ence, a la cabeza. Y cuenta con un potente valedor, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, cuya influencia nadie discute dentro del Bloque Nacionalista Galego.

Hacerse valer

Pese al hábito contrastado que tienen PSOE y BNG desde hace ya bastantes años para entenderse formando gobiernos en coalición -en ayuntamientos, diputaciones y hasta por una vez incluso en la Xunta de Galicia-, al Bloque le rechina que ya se haya dado por descontado el voto del diputado Néstor Rego, a favor del candidato socialista en la hipotética investidura como presidente del Gobierno.

Una cosa es que socialistas y nacionalistas lleven dos décadas fraguando en la política gallega acuerdos de investidura y gobiernos de coalición (como viene ocurriendo y se acaba de reeditar, por ejemplo, en la ciudad de Pontevedra), y otra muy diferente es que el BNG no le ponga un precio, alto, al apoyo del diputado Rego a la investidura de Sánchez.

Ese voto forma parte de la delicada aritmética que precisa el líder del PSOE. Una compleja operación matemática en la que el diputado electo por el BNG en la provincia de A Coruña terminará siendo tan decisivo como los otros: Guitarte de Teruel Existe; Mazón, de Partido Regionalista Cántabro; los canarios; Errejón y los otros dos de Más País y por supuesto las piezas de «caza mayor»: PNV y ERC.

Hoy en día esa hipótesis numérica se computa y se ve más posible en el imaginario de las tertulias periodísticas que en los pasillos del Congreso y en las sedes de los partidos implicados. En el caso gallego, Ana Pontón lleva unos días, ayer mismo lo reiteró tras el Consello Nacional del BNG, diciendo que «Sánchez y el PSOE harán muy mal en dar por hecho que el voto del BNG lo tienen garantizado».

Dejarse querer

El Bloque se deja querer, pero necesitará justificar su posible voto a Sánchez mediante una negociación y unos acuerdos que probablemente comiencen mañana lunes, si acaso el martes, cuando Néstor Rego, el flamante nuevo diputado del BNG en el Congreso de la Nación, se entreviste en Madrid con Adriana Lastra, la secretaria de Organización del PSOE, encargada de negociar con los parlamentarios «unipersonales».

Lo que identificamos como «la agenda gallega» es un catálogo de peticiones que para el BNG son prioritarias. Del orden de unas quince. La voceira nacional ya enunció unas cuantas: resolver la crisis de diversas industrias como las electro-intensivas (Alcoa y Endesa); políticas para frenar la crisis demográfica; solucionar las carencias en infraestructuras como la terminación del AVE y propiciar el traspaso a Galicia de la autopista AP-9. Mientras tanto el Bloque pretende que se produzca una rebaja del 30 % de los peajes en tramos como el Pontevedra-Vigo, que son de los más caros de toda España.

La cuota de Lores

En la «agenda gallega» ya decíamos que habrá una importante cuota pontevedresa. Además de la parte que nos toca por el asunto de la Autopista del Atlántico, cuyo rescate también han exigido el BNG pontevedrés, el gran tema para Fernández Lores y su gabinete es Ence. El regidor cree que un futuro gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos debería ser más proclive a cerrarle el paso a la pastera y anular la prórroga que le otorgó el Gobierno de Mariano Rajoy en el 2016. Aunque el alcalde admitía esta semana que si son ciertos los rumores que apuntan a un inminente veredicto judicial, quizás se atisbe un nuevo horizonte para este contencioso que, en cualquier caso, siempre será largo por los previsibles recursos que se irán suscitando.

Lores es «perro viejo» y sabe que quien da primero, da dos veces. Su temprana comparecencia, apenas dos días después las elecciones, marcó territorio. Obviamente que el diputado Rego tendrá múltiples peticiones de las agrupaciones del Bloque de diversas ciudades y villas. Pero a buen seguro que las reiteradas por el regidor pontevedrés no caerán en saco roto porque Lores pesa mucho en el Bloque.

A favor de la «agenda» pontevedresa también está el hecho de que BNG y PSOE compartan gobierno de coalición en la ciudad del Lérez. Algo deberá influir también que el concejal Tino Fernández (PSOE) y los suyos tengan buena interlocución con Pedro Sánchez. Hay que asumir que del pedido pontevedrés, un futuro gobierno coaligado que necesitará de tantos y tan diferentes apoyos y deberá atender tantos frentes, pueda cubrir todas las demandas.

Los próximos Presupuestos Generales del Estado, si es que logran aprobarse, van a ser un caleidoscopio con tantos colores y combinaciones que resultarán de complejísima ejecución. Pero con que Pontevedra pudiera conseguir que se colara en los PGE 2020 alguna partida para acometer de una vez la reforma del nudo de Bomberos. O para continuar con los tramos de la circunvalación en ejecución entre Vilaboa y A Ermida, ya podríamos felicitarnos. Difícilmente recibiremos más.