La alegría de Paula tras remover cielo y tierra y encontrar la gaita que le robaron en Pontevedra

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Cedida

Los cacos la sustrajeron de su coche, la vendieron en Vigo y luego un portal de Internet la ofrecía. Su legítima dueña la identificó y se les acabó la historia

22 nov 2019 . Actualizado a las 21:05 h.

A veces las redes sociales ayudan. A veces. Lo acaba de descubrir Paula Vázquez Martínez, una joven gaiteira de Forcarei. Resulta que a Paula, que estudia en la facultad de Ciencias do Deporte en Pontevedra, los ladrones la quisieron dejar sin uno de sus tesoros, una gaita que lleva con ella desde el 2011 y que salió del taller de Seivane. Pero, aunque los cacos en un principio lograron su objetivo, se toparon con que esta muchacha movió cielo y tierra para recuperar el instrumento. Y hoy, miércoles, lo ha localizado y en breve espera que la policía le entregue la gaita. Así que no puede estar más contenta. «A verdade é que estou agradecida e feliz», cuenta. 

Todo empezó hace dos semanas. Paula, como cualquier otro lunes, dejó su coche aparcado en Pontevedra para acudir a la facultad. Lo tuvo estacionado tanto en la zona de A Barca como cerca del campus. Los ladrones aprovecharon que estaba aparcado para abrir la puerta trasera y hurgar en el maletero. Debió de parecerles que la gaita era un buen botín y se la llevaron. Ella tardó en darse cuenta, ya que aunque la echó en falta del maletero pensó que quizás la tenía en su casa de Forcarei y que no la había metido en el coche. 

Pero cuando quiso acudir al ensayo con la Banda de Gaitas de Forcarei ya se dio cuenta de que no estaba la gaita, que se la habían sacado del maletero. Puso una denuncia y empezó a mover el asunto en las redes sociales. En un sentido texto en el que daba cuenta lo mucho que le dolía perder el instrumento, contaba que la gaita llevaba, entre otras cosas, un cordel negro y amarillo colgado en el ronco. Y que el corcho del soplete estaba algo suelto. Su mensaje se empezó a compartir a velocidad de la luz. 

Si los cacos fuesen astutos y hubiesen leído a Paula o a las decenas de personas que colgaron su texto quizás habrían cortado el cordón o arreglado el corcho de la gaita. Pero no hicieron nada de eso. Debieron vender la gaita en Vigo de forma inmediata. Y, al poco tiempo, el instrumento ya lucía a la venta en un portal legal de Internet. La gaita llevaba el mismo cordón negro y amarillo y el corcho estaba roto, tal y como había descrito Paula. No solo ella identificó la gaita. Lo hizo toda la banda de Forcarei, los amigos gaiteiros... Así que Paula hoy mismo avisó a la policía del asunto y ya está esperando que se la devuelvan. Mientras la gaita no vuelve de vuelta a Forcarei, Paula cruza los dedos e indica: «A verdade é que me fai ilusión recuperala, dou grazas a todos, de verdade». Palabra de gaiteira.