«A auga estragoume cerca de 25.000 euros en libros»

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La Librería Paz reabrió este martes después de una inundación en la que perdió cerca de 2.500 ejemplares, la segunda que sufre en la última década

14 ene 2020 . Actualizado a las 20:07 h.

La Librería Paz abrió sus puertas después de cuatro días achicando agua y devolviendo a sus estanterías el olor a libro que la humedad le usurpó sin pedir permiso. Anxo Paz, Cano, todavía tiene mucho material en cajas. A primera hora de este martes intentaba volver a la normalidad después de que una tubería reventase en la puerta de su negocio la madrugada del pasado jueves. Entonces, el librero solo se preocupó de sacar el agua. Estos días cerrado le han valido para aumentar el cansancio después de la campaña de Navidad y para hacer recuento de lo que se llevó el reventón. «A auga estragoume cerca de 25.000 euros en libros», reconoce Cano, que calcula que esta avería ajena a ellos le ha obligado a tirar cerca de 2.500 libros. 2.500 historias que no serán leídas.

Además de los catalogados y ejemplares únicos, tenía almacenados en la zona más afectada parte del stock de alguno de ellos. «Moitos non é que teñan moito valor económico, pero si son importantes. Hai cómics que soamente tiña eu porque xa non se editan, ao mellor custaban oito euros, pero é o que lle da nome a nosa librería», explica el responsable del negocio.

Cano ya se muestra resignado. No es la primera vez, ni tampoco la segunda, que esta popular librería sufre daños. Apoyado en el mostrador, recuerda como en 1999 un vehículo se empotró de madrugada contra su negocio. «Dos rapaces, un sábado pola noite case as sete da mañá meteron o coche ata dentro», comenta. Unos años más tarde, en el 2009, otra inundación se tragó el doble de desperfectos que esta vez. Y ahora, otra vez. «Sempre pasa todo nas mesmas datas, o do coche foi a última semana de novembro, como a inundación de hai dez anos, esta vez por cinco ou seis semanas non coincide», señala Cano, que advierte que pudo ser aún peor. «Menos mal que tiña na parte de arriba uns libros para enviar, que senón serían como seis mil euros máis».

«O corpo ainda dolorido»

La librería Paz vuelve poco a poco a la normalidad, aunque agotados. Estos días que le quedan por delante son para recopilar facturas e intentar que el seguro se haga cargo de la mayoría de los desperfectos. «Pasou co corpo aínda dolorido despois do Nadal», reconoce.

El librero se encontró con el negocio inundado cuando fue a abrir la puerta el pasado jueves. La Policía Local tuvo conocimiento del suceso poco antes de las cuatro de la madrugada, pero fue él quien vio el alcance de la inundación. Un vecino de la zona le avisó de lo que había ocurrido. Ese día se mostró molesto con la forma de proceder: «É lamentable que non nos avisara ninguén dende o Concello ou a Policía Local. Para enviar multas saben ben onde localizarnos, pero para emerxencias coma esta parece que non», señaló mientras intentaba salvar alguno de los ejemplares. El agua entró y afectó especialmente al fondo de la librería, que está un par de peldaños más baja que el resto del local. Así que el agua se acumuló ahí y destrozó libros, cómics y algunas de las estanterías. «Nos próximos días iremos vendo aínda que hai máis danos, xa nos pasou así a outra vez», comenta Cano.

En la puerta de su negocio siguen trabajando los operarios de Viaqua, empresa concesionaria del servicio en la ciudad. Habilitaron una pasarela para poder entrar, pero desde el pasado jueves todavía continúan los trabajos de acondicionamiento de la zona. La concejala responsable del Ciclo del Agua, explicó que la tubería afectada es una de las más grandes del centro urbana y una de las primeras que se instaló cuando llegó a reforma urbana.

Cano espera que en los próximos días, la inundación sea ya un mal sueño.