Hace poco más de una semana, La Voz chequeó el ánimo de los vendedores del mercado de abastos de Pontevedra en el momento en que comenzaba las advertencias y restricciones por la epidemia de coronavirus. Ya entonces se apreciaba un notable bajón en la actividad.
En estos momentos, ese bajón es si cabe más apreciable, pero la instalación sigue abierta porque su actividad de venta de producto fresco es una de las amparadas por el decreto de estado de alerta.
Pero el Concello ha adoptado desde este mismo miércoles una serie de restricciones, que incluye el cierre del libre acceso al mercado de abastos de la calle Sierra. Esta misma semana se cotejó con la Xunta el nuevo protocolo que imperará en la instalación, y las normas han sido trasladadas ya por el servicio de Promoción Económica a la Policía Local. El objetivo es «a protección da saúde dos empregados públicos e dos propios cidadáns».
Lo más destacado es que se limitará el acceso a un máximo de 60 personas al mismo tiempo. Para controlarlo, habrá un control en la entrada.
Además, los clientes tendrán que guardar en todo momento una distancia de dos metros con respeto a otros usuarios. Y los vendedores tienen la obligación de usar guantes protectores.
Con el fin de que no haya dudas, habrá carteles informativos en toda la instalación para recordar a los usuarios y a los clientes la necesidad de adoptar las medidas de higiene y precaución que determinan las autoridades con carácter obligatorio.
Asimismo, la comunicación difundida desde el Concello señala que aunque se barajó la posibilidad de instalar cintas en los puestos para evitar la proximidad de los clientes, se descartó debido a la estrechez de los pasillos.