Miguel Martínez, el cantautor de Combarro

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Pablo Fariña

Dio sus primeros pasos cantando misa y en la actualidad ya ha registrado más de cincuenta temas

04 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En su día Xurxo Souto dijo de Miguel Martínez que «naceu en Combarro, ven de Combarro, vive en Combarro e cando marche, marchará para Combarro». Y es que esta villa de Poio es para este cantautor «mi patria pequeña, el pueblo donde me crie, donde vivo... Lo es todo y tenemos la suerte de que es un sitio superconocido. Cuando vas por ahí y dices que eres de Combarro te llena de orgullo escuchar ‘estuve allí’ o ‘qué bonito’».

La relación de Miguel Martínez con la música se podría decir que es una cuestión de genética, ya que es descendiente de una estirpe de músicos. De este modo, a nadie le sorprendió que diera sus primeros pasos con apenas 8 o 9 años cuando «era monaguillo» y comenzase a cantar en misa. «Luego vino lo de siempre. En el pueblo se formó un grupo de gaitas y te pegas porque te gusta. Empecé ahí realmente, a través de la música popular con el grupo de gaitas de Combarro, Os Berberechiños, y luego aprendí por mi cuenta un poco de guitarra, un poco de piano más tarde...», explica echando la vista atrás.

Y desde muy joven empezó a componer sus propios temas, «con los festivales de la canción misionera. Ya llovió porque de aquella tenía el grupo juvenil Virxe da Renda... Fue cuando compuse la canción El misionero, que me encanta. Igual fue mi primer tema», señala Miguel antes de precisar que tiene registrados en la SGAE algo más de medio centenar de canciones.

Lo que sí ya no puede precisar es el número de premios que ha recibido a lo largo de toda su carrera, pues como él mismo afirma «el premio es poder participar en cualquier festival, en cualquier certamen o, incluso, en cualquier lugar. Ese es el premio, lo demás es cuestión de suerte, además de que hay que contar con el resto de participantes, que la gente es muy buena y también están ahí».

Eso sí, el mítico Festival da Canción do Landro ocupa un lugar muy especial dentro de su corazón de músico. Pero, lo ocupa no por el premio que logró a la canción inédita, sino que lo que más ilusión le hizo fue la primera vez que le llamaron para comunicarle que había sido seleccionado para participar en este certamen.

«Aquella llamada fue más grande que si me hubieran dado el premio», sostiene rememorando sus participaciones en festivales como los de Punta del Este o de Gibraltar, donde fue finalista cuatro años de los cinco que se presentó. Miguel Martínez deja entrever la filosofía con la que afronta estos retos. Y es la de ser consciente de que muchos artistas se terminan quedado por el camino y no llegan a alcanzar las fases finales.

En cuanto a la inspiración a la hora de componer sus temas, el conocido por muchos como el cantautor de Combarro sostiene que es la propia actualidad la que muchas veces establece el contenido de sus canciones: «Recuerdo uno de los temas que lleve a Gibraltar, que se inspiraba en todo lo de la inmigración, pero también saqué hace poco y está sin estrenar otra canción relacionada con la pandemia. Son temas que están ahí, en el ambiente, pero, otras veces, solo es cuestión de sentarme y contar una historia».

Pero si hay algo que destaca del trabajo de Miguel Martínez es su vertiente solidaria, que se traduce que muchas veces done los beneficios de sus obra a causas humanitarias o sociales. Tiene claro, a este respecto, que, al final, «uno se da cuenta de que hay que estar agradecido. Cuando vives cómodo y lo tienes todo, te das cuenta de que hay gente que no tiene nada. A veces, ni siquiera el derecho a nacer. Me siento en la obligación de compartir esta virtud, este don que Dios me dio, y utilizarlo para ayudar a los demás».

«No me considero artista»

Si se le pregunta cómo definiría su música, solo tiene recurrir a un adjetivo: «Sencilla». «Mi arte -añade a continuación- no tiene tanto misterio, independientemente de que no me considero artista. No hice méritos para denominarme así. Creo que vivo de rentas».

En este sentido, Miguel Martínez remarca que, mientras «un artista se lo trabaja, se lo curra a diario, yo utilizo la ley del mínimo esfuerzo. Compongo cuando puedo, cuando quiero y ensayo cuando me da la gana. Con la ley del mínimo esfuerzo voy tirando para adelante. Artista es una palabra muy grande. Llego a casa y puedo echarme cinco meses sin intentar componer un tema y, de repente, me siento una noche y en quince minutos tengo el 75 % de la base de un tema, letra y música que luego tengo que trabajar. A veces pienso que si me sentara todos los días a componer, igual mejoraría... Pero la vida hay que vivirla en todas sus facetas», insiste precisando que no vive de la música.

Eso sí, tiene claro que los artistas que más le han influido son The Beatles, Los Secretos o Joaquín Sabina, «inigualable. Letras de este tipo son impensables para mí. Eso es algo que te sale de dentro. Pero, en todo caso, intento siempre ser yo y transmitir lo que yo pienso a través de mi música».