Lola Fernández Pazos, escritora: «'El pazo de Lourizán' es una historia inspirada en hechos reales»

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La escritora deja claro que «no es un libro de historia. Es un novela típica de saga familiar con el trasfondo de la Guerra Civil»

19 may 2022 . Actualizado a las 11:52 h.

«Mi padre formó parte de las primeras generaciones que estudiaron Forestales en el Pazo de Lourizán y consideré que era tan bonito, y a la vez estaba tan deteriorado, que decidí que ese iba a ser el título. Y situar a la familia rica, poderosa gallega en ese recinto para contribuir a su conocimiento y conservación», sostiene Lola Fernández Pazos cuando se le pregunta el porqué del título de su novela, El pazo de Lourizán.

—¿Hay algo de real en la historia que narra?

—No es una biografía porque, evidentemente, es una novela con todo lo que conlleva de fabular e imaginar, pero es un historia inspirada en hechos reales de mi propia familia. Es algo que a mí me contaron hace muchísimos años y que intentó relatar. Alguien me dijo: «Tú vas a estudiar periodismo, vas a tener facilidad para escribir, prométeme que algún día esta historia se escriba y que no se olvide lo que pasamos los gallegos en la posguerra, con el hambre». La verdad es que me resultaba muy difícil encontrar el personaje que contara la historia. Al fallecer mis padres, como que de repente lo hallé y por eso está narrada en segunda persona.

—Imagino que la labor de documentación sería algo ardua.

—Fue un proceso que realicé, básicamente, durante la pandemia. Consulté el archivo fotográfico de Pontevedra, varios libros de Marín, también de fotografías. La historia central transcurre en los años treinta y Marín ha cambiado considerablemente. Por mucho que mi madre me contase que había un río que atravesaba el pueblo y que, incluso, estaba la casa de baños o que había un embarcadora, no me lo podía imaginar. Tuve que documentarme mucho fotográficamente, tanto del pazo, que mi madre nació en Lourizán, como de Marín, que ha cambiado drásticamente. Luego hay otras historias que aparecen en el libro que también tienen base documental, pero esto no es un libro de historia. Es un novela típica de saga familiar con el trasfondo de la Guerra Civil, pero que casi ni aparece. Además, es que históricamente en el pazo de Lourizán solo vivió la familia de Montero Ríos, por lo que por ahí ya introduje una fabulación tremenda.

—¿Cómo va la recepción?

—La verdad es que no me esperaba que fuera tan buena. No me lo esperaba porque, primero, soy una autora desconocida, novel, y, lo segundo, porque soy periodista y aunque dicen que podemos escribir novelas, no es así. Es muy difícil. Es una profesión distinta. Esto no se lo he contado a ninguno, pero quería que la novela fuera muy sencilla de leer, pero que su estructura fuera compleja. Me encantaba la estructura de Cumbres borrascosas, que es como el propio título, borrascosa, difícil, pero, sin embargo, el lector superficial no se percata. Quería hacer un homenaje a los victorianos, que me encantan. Creo que es de las primeras novelas en las que se utilizan las tres personas narrativas. Además, cada parte acaba con el pazo con sus distintos usos... Como escuela de forestales que fue en los años cuarenta, como pazo de Lourizán con Montero Ríos y finalmente… No te lo cuento porque es el final de la novela. No puedo contarlo, que sino hago spoiler.

—En plena promoción, ¿hay tiempo para pensar en un próximo libro?

—A mí me encantaría escribir la segunda parte, que estaría referida a esta familia industrial gallega. Me encantan las historias económicas e industriales. Otro de los aspectos que cuenta la novela es cómo una familia industrial pesquera que invirtió todo su patrimonio en una fábrica de hielo y cómo es su declive con la aparición de las cámaras frigoríficas. Me encantan este tipo de historias económicas, de cómo gente que era muy importante, tenía un gran patrimonio y que lo invierte todo en un fabrica que en esos años no había otra igual y cómo del hielo se pasa al agua. Como todo se queda en agua y todo ese patrimonio se queda en nada.