La queja de una madre de Barro: «Pedimos que nos deriven a otro sitio. Esto no es un lujo, es una necesidad»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Verónica Rial, madre de Sara, con la reclamación que dirigió al servicio de otorrino del CHUS
Verónica Rial, madre de Sara, con la reclamación que dirigió al servicio de otorrino del CHUS CAPOTILLO

La hija de Verónica, de 7 años, espera desde hace más de dos meses una revisión de sus implantes auditivos

19 may 2022 . Actualizado a las 12:33 h.

«Me da igual de quién es la culpa. Lo que necesitamos y necesitan otras familias es una solución urgente». El lamento es de una madre del municipio pontevedrés de Barro, Verónica Rial Freijeiro, que ya interpuso una reclamación dirigida al servicio de otorrinolaringología del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Explica que su hija Sara, de 7 años, fue implantada en ese centro sanitario por hipoacusia bilateral profunda y que desde entonces tiene que acudir cada seis meses al otorrino para su control pertinente. «Es para ajustarle el sonido y comprobar que la niña escucha la voz humana con sus matices», expone.

La cita de revisión que no llega tendría que haber sido el 11 de marzo, medio año después de la última. Verónica explica que, hasta ahora, siempre la avisaban unos días antes del hospital. Esta vez no fue así. Ante su extrañeza ella misma contactó por teléfono con el CHUS en varias ocasiones durante quince días. Así fue cómo se enteró de que el servicio de otorrino lleva meses inmerso en una huelga que empezó siendo de dos días a la semana y que se ha transformado en indefinida. Solo entre diciembre y principios de abril se habían suspendido más de 1.200 consultas.

Esta madre comenta, por respuestas que le han dado, que el Sergas no considera la reprogramación de implantes auditivos como el de su hija Sara «un servicio esencial». Así lo expresa en su reclamación del 16 de mayo, donde alude también a que se prescinde de la audióloga, unido a la marcha de la doctora Del Río. Además, afirma que le han otorgado la concesión a otra empresa de implantes. Sin una solución a la vista, la preocupación de esta familia por la salud de su hija va en aumento. Verónica relata que desde hace un mes parece que Sara escucha más bajo, algo que también perciben sus logopedas. «Si esto no se soluciona pronto la niña podría tener un problema de comprensión académica. Lo que les pasa a los niños sordos es que si no comprenden se frustran y se aíslan». Su madre insiste en que si en el CHUS no hay una rápida solución, el Sergas debería buscar otra alternativa para los afectados. «Lo que pedimos es que nos deriven a otro sitio, si no puede ser en Galicia. Esto no es un lujo, es una necesidad. Es un aparato costoso y hay que ser rigurosos con su funcionamiento y control». Insiste en que los niños no gestionan igual que los adultos los problemas de audición: «Ellos no pueden esperar mucho tiempo porque se aíslan y pueden tener problemas psicológicos». En el caso de Sara, nació sorda por una infección por citomegalovirus que contrajo su madre durante el embarazo.

Aunque esta familia que reside en el lugar de Bretoña, en la parroquia de Curro, pertenece al área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, en su día solicitó una segunda opinión médica y decidió operar a su hija en el CHUS de Santiago. «Aquí no lo tenía claro y tampoco hay uci pediátrica en el Provincial. Así que pedimos una segunda opinión y nos fuimos a Santiago».

¿Qué dice el CHUS sobre el retraso en las revisiones sobre reprogramación de implantes auditivos? Una portavoz del hospital indicó a La Voz que hubo un cambio de contrata en la empresa de los implantes, pero no ofreció información sobre este caso concreto y su demora. Sí comentó que la afectada recibirá respuesta por escrito a la reclamación presentada.