El entrenador del Pontevedra reconoce que les costó generar ocasiones y superar al Guadalajara
29 nov 2025 . Actualizado a las 23:53 h.El entrenador del Pontevedra, Rubén Domínguez, no ocultó ni maquilló la realidad de lo que se había visto en los 90 minutos de un duelo frente al Guadalajara. «Fue un partido espeso, sin fluidez y con muy poco nos pusimos por detrás y nos tocó remar», señaló. Ya en la segunda parte, el míster cree que tomaron el control del encuentro, pero no llegaron a ser determinantes. «En la primera parte pudimos haber dado la vuelta con alguna situación y en la segunda, si iba a ganar uno, sería el Pontevedra, pero no fuimos arrolladores», añade. Además del juego, uno de los factores que marcaron el encuentro fueron las bajas de la plantilla. A las ya confirmadas, Miki Bosch y Luisao pidieron el cambio a Rubén Domínguez. El primero de ellos por molestias en el isquio y el segundo, por una sobrecarga en el gemelo que le impidió continuar. «Con el acortamiento de la plantilla tuvimos que ser cuidados porque tenemos partido entre semana», comentó el técnico, que reconoce que el Guadalajara tampoco se lo puso fácil. «Ellos estaban jugando habitualmente con 4-4-2- defendiendo y metieron uno más por dentro y hundían a sus extremos entonces tenían a mucha gente en campo propio».
Domínguez pidió la revisión de la jugada por un posible penalti sobre Alain. Fue la última baza de un partido que no lo dejó satisfecho con el juego de sus hombres. «Nos costó generar ocasiones de gol y superarlos. Hay que ser más exigentes para que no nos hagan gol con tan poquito. Nos vamos fastidiados porque nos hubiera gustado meterle un buen tajo a la clasificación respecto a los de atrás y darle una victoria a nuestra afición», concluyó el míster.