Las heridas del Eixo Atlántico aún perviven

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

BARRO

Emilio Moldes

Barro, Vilaboa y Portas mantienen distintos pulsos con Adif por secuelas derivadas de las obras del tren

25 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ocurre siempre que se construye una gran infraestructura. Y ocurrió con las obras que se llevaron a cabo hace unos ocho años para hacer el Eixo Atlántico, las nuevas vías del tren. Al compás de estos trabajos fueron apareciendo un buen número de heridas en los concellos afectados, desde Vilaboa a Caldas pasando por Pontevedra, Barro y Portas. Han pasado unos cuantos ejercicios desde entonces. ¿Se han solventado todos esos problemas con viales de agua, traídas de aguas o pozos secos y demás daños colaterales? En la gran mayoría de los casos sí, pero hay algunas heridas que perviven para disgusto de los ayuntamientos y de los ciudadanos. Lo contaban ayer desde Vilaboa, Portas y especialmente desde Barro, que es donde tienen más secuelas.

A tenor de lo expuesto por los alcaldes, el caso más grave es el de Barro. Para empezar, está el problema del agua de San Amaro, una aldea donde las obras del tren secaron los pozos de los vecinos. Se les construyó un depósito que en teoría era provisional -al menos eso fue lo que entendieron los afectados- pero los trabajos en las vías remataron y nunca más se supo de los nuevos pozos que tendrían que haberse construido. Los problemas nunca dejaron de sucederse en la aldea, donde los vecinos se quedaron sin agua en numerosas ocasiones, ya que, según denuncian ellos y el Concello, no se hace el pertinente mantenimiento del depósito y, por tanto, las averías son constantes. Acaban de reparar una bomba después de que trece familias sufrieran restricciones de agua durante veinte días. El alcalde de Barro solicitó una entrevista con la subdelegada del Gobierno en Pontevedra para abordar este asunto. El mandatario habla también de otros problemas con Adif. Por ejemplo, el de la carretera de Faxil y Valbón. «Quedou desfeita polo paso de camións e logo botáronlle un firme que non serviu para nada, cada pouco tempo temos que arranxala», indicó Fernández Abraldes. El problema, tal y como reconoció el regidor de Barro, es que en el 2011 el entonces mandatario de Barro firmó la recepción de esos viales.

En Paredes, Vilaboa

Desde Vilaboa, el alcalde Luis Poceiro señala que en Paredes todavía hay secuelas también por el agua. Dueños de pozos que secaron tampoco quedaron contentos con las solución que se les dio. Aún así, no están en la situación de San Amaro. Poceiro indica que sus pulsos con Adif son, sobre todo, por la falta de limpieza en las zonas que entonces expropiaron. «

Hai que mandarlles cartas e cartas e de tres veces que terían que vir a limpar soamente veñen unha»

, indica.

La misma queja por la falta de limpieza de la maleza se repite en Portas, por boca del mandatario Víctor Estévez, que indica que «non hai forma de que fagan caso e manteñan iso limpo». Y desde Pontevedra César Mosquera habla en la misma línea: «Ese conflito si que existe e é unha guerra moi complicada».

Este periódico intentó sin éxito hablar con Adif de los problemas transmitidos por los concellos.