Trescientas personas buscan sin éxito al vecino de Poio desparecido

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

RAMON LEIRO

Francisco Rodiño, de 82 años, falta de su domicilio desde hace una semana

20 nov 2017 . Actualizado a las 17:38 h.

Más de trescientas personas participaron ayer a pie, en bicicleta, en moto o a caballo, en el dispositivo de búsqueda de Francisco Rodiño Ucha, el vecino de Poio de 82 años que lleva desaparecido de su domicilio, en el lugar de O Molino, desde hace ya una semana.

La Policía Local de Poio y la Guardia Civil coordinaron la gran batida de búsqueda que se desarrolló durante la mañana de ayer. Se sumaron miembros de Protección Civil de Poio, Pontevedra, Caldas y Marín, sumando unos 40 voluntarios.

Los grupos a caballo (unos 60 jinetes) se dieron cita en el hipódromo de Campañó, y desde allí peinaron todo el monte entre Fragamoreira y O Vao buscando algún rastro de Francisco Rodiño.

Al mismo tiempo, unos 40 ciclistas, estos coordinados por el grupo Masa Crítica, se dispusieron también a rastrear pistas forestales en la zona próxima al domicilio del desaparecido.

En cuanto a la búsqueda a pie, participaron alrededor de doscientas personas. El gran número de voluntarios, llegados desde diversos puntos de la comarca, permitió organizar una veintena de grupos de diez personas para repartirse las zonas a rastrear. En cada uno de los grupo se integraron dos voluntarios de Protección Civil para ejercer labores de coordinación y mantener el contacto con el resto del dispositivo. Hubo un cuarto colectivo que recorrió zonas forestales en motos. Eran seis motocicletas, más otras cuatro del Seprona.

Según se indicó desde la Policía Local, se peinaron por completo varios kilómetros a la redonda del domicilio de Francisco Rodiño, llegándose incluso hasta curro. También se registraron minuciosamente ambos márgenes de la PO-541. La búsqueda coordinada se desarrolló entre las diez de la mañana y la una y media del mediodía, y por la tarde hubo también grupos que salieron al monte.

La falta de resultados sigue manteniendo el misterio sobre el destino de Francisco Rodiño, que padecía problemas de movilidad y, aunque paseaba a diario, no solía alejarse demasiado de su domicilio.