La hidra de O Vao

POIO

A cada gran redada le ha sucedido la regeneración de los clanes y la reactivación inmediata del trapicheo en el poblado limítrofe entre Poio y Pontevedra

07 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El auténtico resultado que deparará la operación Clavao desarrollada en el poblado de O Vao contra cuatro clanes (de ahí el nombre del operativo, se supone), lo obtendremos con el paso de unos pocos meses. De entrada, las primeras cifras se han relativizado pues menos de la mitad de los detenidos han sido encarcelados por orden judicial. Si, como me temo, el trapicheo de drogas en el asentamiento chabolístico se regenera cual hidra, habrá sido una más y no la redada con mayúsculas que Guardia Civil y Subdelegación del Gobierno nos han dicho.

Efecto placebo

La hidra es un animal de agua dulce, de apenas 20 milímetros que es como el robocop de la fauna. Puede ser triturada y de sus tentáculos vuelve a nacer otro ejemplar gracias a su asombrosa capacidad de regeneración debido a la memoria estructural que guarda en su patrón genético. Tristemente el ejemplo viene a cuento de lo que ha pasado en las últimas cuatro décadas con el llamado supermercado de la droga. A cada gran redada sucedió una reconstrucción de la trama delictiva alimentada por la incesante demanda que supone el peregrinaje diario de cientos de toxicómanos de la comarca que van a por sus dosis de heroína y cocaína.

Los operativos desarrollados más bien parecen responder a un cierto efecto placebo en la opinión pública. Si uno se molesta en bucear en las hemerotecas o en la red, confirmas que se repiten con una frecuencia bianual. La anterior en el 2016, también en octubre, se valoró como «la desarticulación de los dos clanes más peligrosos y activos del poblado». Dos años más tarde, ya eran cuatro clanes…

Las instituciones implicadas, Gobierno de la nación, Xunta de Galicia y Concello de Poio saben muy bien que la solución a O Vao nunca será exclusivamente policial. Pero después de la fallida experiencia entre 2007 y 2008 con el realojo de familias que propició el derribo de algunas de las chabolas que había que tirar por orden judicial y que acabó como el rosario de la aurora con la sublevación de la urbanización de Monte Porreiro… ¿quién se atreve a plantear una operación similar?

Lo voy a decir con crudeza: en su fuero interno muchas autoridades piensan que al final es mejor tener el problema acotado que extendido.