La trucha madruga para que no se atragante con las elecciones

PONTE CALDELAS

CAPOTILLO

El gobierno adelanta el programa festivo para esquivar los comicios. Al PP no le ha sentado bien

12 feb 2019 . Actualizado a las 08:00 h.

Dicen en Ponte Caldelas que la trucha es el pez más bonito del mundo. Y habrá que hacerles caso, porque en el municipio caldelano de truchas saben un rato, ya que este año celebrarán la 53 edición de la fiesta en honor de este manjar fluvial. Pero este año especial. Y en Ponte Caldelas no solo tendrán que demostrar que la trucha es bella, sino que deberán decir si se digiere bien o no. ¿Por qué? Estamos en año electoral y las refriegas políticas se han colado hasta en la mismísima fiesta.

A saber: el gobierno local, presidido por el socialista Andrés Díaz, ha adelantado el calendario gastronómico, de forma que Festa da Troita empieza el 21 de marzo con la gira por las parroquias y termina el 19 de mayo con la degustación en la villa. El ejecutivo justifica el adelantamiento, precisamente, «para esquivar a coincidencia coas eleccións municipais, cuxa celebración está programada para o 26 de maio, é dicir, ao domingo seguinte do remate da tradicional festa».

Politizar la fiesta

En cambio, al PP el cambio se le ha atragantado. Antes incluso de que el ejecutivo diese a conocer públicamente el calendario festivo, haciendo bueno eso de que es mejor poner la venda antes que la herida, el Partido Popular que comanda Antón Xil ya dijo que el alcalde intentaba politizar la fiesta y que lo normal es que la hubiese pasado al mes de junio para que no coincida con la campaña electoral.

Más allá de la polémica, la fiesta en sí. Todo un lujo. El programa arranca el día 21 de abril y contará con un total de 28 jornadas. En 26 citas la fiesta viajará a la zona rural y habrá dos en el centro urbano. En la gira rural, y de acuerdo con Amigos da Troita, el formato del año pasado se mantiene. Se harán reuniones en las parroquias en las que se servirá el pescado frio o en escabeche al precio de tres euros, con pan y vino incluidos. Los parroquianos se encargan de poner la variedad de postres caseros y de sumar al banquete algún que otro licor espirituoso.

El gobierno insiste en que la gira rural fue un éxito el año pasado -se consumieron 1.500 kilos de trucha- y que este año habrá que hacer una parada más puesto que así lo solicitaron los vecinos de Fraga, que antes tenían que desplazarse a Caritel. Poco importó que en Fraga no haya casa del pueblo. Una vecina se ofreció a albergar la fiesta en su casa.