La «lonja» de Barbudo, en Ponte Caldelas, donde se subastan plantas por la patrona

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTE CALDELAS / LA VOZ

PONTE CALDELAS

Los feligreses ofrecieron unas veinte plantas a la virgen por las que pujaron en el atrio al acabar la celebración eucarística

17 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El colorido de las plantas sustituye al amarillo de las ceras y el olor de las flores al de los cirios en la subasta de ofrendas en el día grande de la parroquia de Castro Barbudo, en Ponte Caldelas, en honor a su patrona santa María. Es una subasta a viva voz que recuerda las pujas de una lonja. En buena parte de Galicia se venden las velas que se utilizan en la procesión, pero en el caso de Barbudo hace ya unos años que se optó por las plantas, una medida que contó con el respaldo del párroco y que también tiene la aprobación de los vecinos.

Así pues, bastantes feligreses acudieron a la misa de su patrona con una planta en una maceta que fueron dejando a la entrada del templo antes de la eucaristía. A su término, y tras la despedida de la santa, se congregaron en el atrio del templo parroquial y procedieron a la subasta.

La persona encargada de dirigir las pujas, que suelen durar unos tres cuartos de hora, y asegurarse de que todo transcurra con normalidad es un vecino que todos conocen bien, José Garrido, conocido en Ponte Caldelas por su apodo de O Trinta y por toda una vida profesional como taxista. Él mismo explica que «todos os anos os veciños ofrecen unhas plantas á virxe e o día 15 se subastan».

Hay de todo entre las personas que acuden con su maceta a la iglesia. «Hai persoas que ofrecen unha planta e que despois puxan por ela cando comeza a subasta», comenta O Trinta. Él es el subastador que repite año tras año esta tradición —«eu xa levo uns cinco ou seis anos facéndoo»— y sobre el recae la obligación de animar la celebración.

Los vecinos bromearon con él: «Este ano vas ter choio». Y es que en el patio de la iglesia se llegaron a reunir hasta veinte macetas de distintos tamaños. No todas se quedan en las aldeas de la parroquia. «Tres plantas grandes foron para o restaurante Avenida de Arcade», comenta. El dinero que se recauda se destina a sufragar los gastos de la fiesta