Aire para un carballo de 400 años

Ch. casares, S. Barral PONTEVEDRA LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Emilio Moldes

Empiezan a abrir huecos en el pavimento que rodea el carballo de Santa Margarita, que no permite que sus raíces respiren y es responsable de su deterioro acelerado

12 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El carballo de Santa Margarita se ahoga. Literalmente. Tiene los achaques propios de haber vivido una historia tan longeva como majestuosa. Es probablemente el ser vivo más anciano de Pontevedra, con más de cuatrocientos años, que ha vivido decididamente hasta lograr su porte orgulloso y fuerte. Pero en los último tiempos los achaques de la edad se han multiplicado. Y este verano se han dado signos preocupantes, con el desplome de ramas de gran tamaño.

En buena parte esto se debe a que el árbol se ahoga. Sus raíces no respiran como debieran desde que se acometió un asfaltado de la explanada donde ha hundido a lo largo de siglos las raíces que lo sujetan y que lo nutren.

Ayer, tras años de demandas vecinales y alertas sobre su estado, comenzó a penetrar, lentamente, a golpe de cincel y maza, el aire bajo la tierra. Se encargaron de ello un equipo de trabajadores contratados por el Concello de Pontevedra. Agujerear el pavimento que rodea al Carballo de Santa Margarita es una operación de urgencia. El objetivo es mantener vivo al emblemático ejemplar con unos trabajos que se enmarcan dentro del plan de emergencia acordado entre el Concello de Pontevedra y la Estación Fotopatolóxica do Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra. Estos trabajos han sido, a su vez, autorizados por la Consellería de Medio Ambiente, toda vez que el árbol se encuentra catalogado como uno de los ejemplares «senlleiros» de Galicia.

La caída de una rama seca de más de doscientos kilos de peso el pasado 30 de julio obligó a acometer medidas urgentes. Lo primero fue una poda de saneamiento y la sujeción de aquellas ramas más pesadas, y posteriormente se sometió al árbol a un tratamiento biológico. Ahora llegó el turno a la oxigenación de las raíces, para lo que se está procediendo a retirar parte del pavimento.

Una vez concluidas estas actuaciones más prioritarias, y a medio plazo, el Concello tiene un proyecto más ambicioso, de unos doscientos mil euros de presupuesto, para tratar de garantizar el futuro del árbol. En este sentido, desde el Concello aseguraron ayer que, Alberto Oubiña, el edil de Medio Ambiente, «púxose tamén en contacto coa Xunta e coa delegación de Patrimonio do Arcebispado de Santiago co fin de coordinar, ademais desta actuación urxente, unha estratexia de longo percorrido para conservar e manter o carballo».