Al menos 200 familias de Pontevedra piden auxilio a las oenegés ante la vuelta al cole

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Vuelta al cole en Galicia
Vuelta al cole en Galicia OSCAR VíFER

Las entidades reparten material, abonan libros o tramitan becas para los comedores

17 sep 2017 . Actualizado a las 09:16 h.

Quien dijo que enero era el mes más difícil económicamente hablando, en el que se vive la famosa cuesta de enero, seguramente, no tenía hijos. Si los tuviese probablemente hubiese hablado de la cuesta o incluso el precipicio de septiembre. En el actual mes se juntan los gastos en libros y demás material escolar con los del cambio de armario de verano a invierno y no es difícil que las familias se vean ahogadas, máxime las que están en situación de exclusión social. Desde que la crisis comenzó a apretar las oenegés y entidades benéficas pusieron el acento en programas para ayudar a sufragar los gastos de la vuelta al cole. ¿Cómo están ahora las cosas, sigue habiendo muchas familias en Pontevedra que piden auxilio en septiembre? Sí. Desde las oenegés señalan que de momento no ha hecho más que empezar la petición de ayuda por parte de los padres, que irá creciendo conforme en los institutos y colegios vayan pidiendo todo el material. Como mínimo, Cruz Roja prevé atender a 150 familias y Meniños a otras 46. Cáritas dice que seguramente preste auxilio a un número importante, pero todavía no da datos concretos.

¿Qué ofrecen las oenegés a estas familias? Todas las entidades intentan trabajar en distintos frentes. Por ejemplo, Cruz Roja explica que tiene un amplio lote de material escolar. A mayores, se da apoyo económico a aquellas familias que lo necesitan para comprar libros o similares.

Desde Meniños indican que no dan dinero, pero sí aportan material escolar y realizan trámites para que los niños de familias con escasos recursos tengan plaza gratis en los comedores escolares o puedan acudir gratis a las escuelas deportivas y otras actividades extraescolares. Precisamente, desde la Fanpa hablan en la misma línea. Señala el presidente, Rogelio Carballo, que las familias con problemas económicos también tocan a la puerta de esta entidad, sobre todo, para poder tener plaza gratuita en los comedores.

¿Está yendo a más o a menos la petición de ayuda por parte de los padres? Casi nadie se atreve a dar una respuesta. «A menos nunca va», se aventuraba a decir Rogelio Carballo. «Quizás un poco a menos, pero es muy pronto para decirlo, a ver cómo va el mes», intuía la trabajadora social de Cáritas en Pontevedra.

Hay actividades extraescolares en las que se reservan plazas para familias sin recursos

«Para mí este mes es terrible, gracias a que Cruz Roja me ayudó, sino no daría pagado todo»

Se llama María, vive en Pontevedra y, nada más empezar la conversación, cuenta una dura realidad: «Para mí este mes es terrible, gracias a que Cruz Roja me ayudó, sino no daría pagado todo. Me dieron el cheque de la Xunta para ayudarme con los libros y el material escolar pero no me alcanzó, menos mal que Cruz Roja y otras oenegés están ahí». Luego, María explica su situación. Vive sola con sus dos hijas, una de ellas mayor de edad pero todavía estudiante. Ninguna de las dos tiene pensión alimenticia, es decir, dependen exclusivamente del dinero de su madre. María dice que pasó un verano agónico, ya que sus único ingreso era una paga de poco más de 300 euros que consiguió a través del antiguo Inem. Afortunadamente, hace unos días consiguió un empleo. «Estoy trabajando tres horas al día en una casa, entre eso y la paga que estoy cobrando puedo ir tirando», dice.

Aún así, en los meses en los que no tuvo trabajo se le acumularon los recibos del alquiler, y también tuvo que acudir a las oenegés para pagar las facturas. «Es que o pago la casa o como, las dos cosas no puedo», enfatiza. Da las gracias por pasiva y activa a un buen número de entidades, desde la citada Cruz Roja hasta Cáritas o la Fundación Amigos de Galicia. Cuenta también que la Xunta le concedió una vivienda de alquiler social. Pero que aún así es difícil salir adelante. «Te ves en situaciones imposibles, y llegas hasta a pasar hambre para intentar que a tus hijos no les falte nada», insiste. Dice que ahora tiene un respiro al juntar casa y paga. Pero los 300 euros de ayuda se le acaban en unos meses.