El Pontevedra queda atrapado en el pantano del Lealtad (0-0)

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ni con Rufo en el once los de Luisito fueron capaces de generar ocasiones para ganar

18 abr 2021 . Actualizado a las 21:57 h.

Ni la presencia sorprendente de Rufo en el once titular de Luisito fue suficiente. El Pontevedra CF naufragó en la tarde de este domingo en las aguas pantanosas de ese fútbol para cholistas que propone el Lealtad. Un equipo que sin generar una ocasión de gol se llevó 1 punto de Pasarón, dejando sobre la mesa granate como mal menor otro, suficiente para que el conjunto del Lérez se mantenga al frente de la clasificación del grupo de permanencia, aunque con la lucha por la salvación todavía más ajustada.

Como decíamos, finalmente, Rufo jugó. Cuando nadie daba un duro por ver al madrileño casi siquiera en el banquillo como opción de refresco por sus problemas musculares, Luisito los dispuso en el once de partida como punta de lanza en su 4-1-4-1. A Imanol le tocó empastar el hueco entre líneas, a sabiendas del partido de brega que se vislumbraba a tenor de los antecedentes con los que se presentaba el Lealtad en Pasarón.

El conjunto visitante cumplió con el guion. Disponiendo un 4-4-2 que derrochó toda su energía en empantanar el balón en el centro del campo y aguardar a que en una de muchas disputas un pie metido con acierto o un rechace le permitiesen lanzar un ataque relámpago con el que matar el partido, a la contra o con alguna falta en las inmediaciones del área. Lo cierto fue que el Pontevedra apenas concedió ni de lo uno, ni de lo otro. El problema es que los de Luisito tampoco lograron casi sacar los pies de las arenas movedizas en las que el once rival transformó el tapete de Pasarón.

Un cabezazo de Rufo al primer palo en el primero de los dos únicos saques de esquina generados por los granates antes del descanso fue, en el minuto 22, el único remate entre los tres palos de la primera parte. Un defensor lo rechazó. Por lo demás, Damiá Sabater se quedó a un palmo de golpear en el área chica en el 32, para poco después ver a Álex González cabecear en un balón colgado desde banda derecha desviado a córner; y en el 42 a Santi probando suerte en un disparo frontal bien dirigido pero un pelín alto.

Del Lealtad no se recibieron noticias de alcance, con Álvaro Cortés inédito antes del intermedio. Solo el malestar generado entre su anfitrión, pero todavía más en la parroquia de la grada granate, muy molesta con el colegiado por la permisividad con las faltas expeditivas con las que los asturianos cortaban reiteradamente la continuidad del juego local en la medular. Un malestar que a Luisito le costó la amarilla en el 29.

Segundo asalto

A la vuelta de vestuarios el técnico del Pontevedra descartó a Oier Calvillo, uno de los dos amonestados en la primera parte, dando entrada a Pitu en el costado derecho del ataque lerezano. El conjunto gallego demostró haber entendido que la victoria pasaba por conseguir alzarse sobre el escenario de trincheras impuesto por el Lealtad en la primera mitad e imprimirle chispa y ritmo al partido. Y así lo hizo de inicio. Con una potente reentrada al campo, que se sustanció en tres buenas llegadas a la portería asturiana en menos de dos minutos con, como no, Álex González como motor principal de propulsión. Una jugada trenzada llevó el balón al pie del capitán granate, que sirvió el cuero a Rufo, pero el remate de tijera del madrileño a la altura del punto de penalti se marchó alto. Segundos después, el Pontevedra recuperaba el balón en tres cuartos de campo rival y Álex González finalizaba la acción con un tiro cruzado y en carrera en el interior izquierdo del área, atajando Bussmann. Y acto seguido, era Damiá Sabater el que concluía la embestida local, pero su disparo era rechazado a córner.

El Lealtad respondió, en el 50, con su único remate entre los tres palos, en un balón colgado desde banda derecha que el central Jordi González mandó a portería con la testa, pero demasiado manso para exigir al cancerbero lerezano más allá de un ejercicio de recepción elemental.

Tras aguantar el tirón inicial, el conjunto visitante fue ralentizando con sus armas los acercamientos del Pontevedra. Sobre todo, tras refrescar su técnico su once con un triple cambio en el 62, reponiendo gasolina a su medular. Y así, si bien los de Luisito rondaban más el área contraria que en la primera parte, apenas generaban peligro.

Un saque de falta en tres cuartos de campo pudo haber dado el triunfo al Pontevedra en el 80, pero Adrián Cruz, que había hecho lo más difícil, ganarle la partida a su par y conectar su cabeza con el cuero a la altura del punto de penalti, mandó el esférico ligeramente desviado por fuera del poste derecho del Lealtad. En el 83 Rufo se quedó a un palmo de rematar en el área chica con la testa un gran centro de Xisco Campos. Pero es lo que tiene el fútbol. O marcas, o te quedas con un palmo de narices teniendo que repartirte la comida con un invitado a casa que no sacó las manos de los bolsillos en todo el partido hasta que tocó engordar su monedero de puntos.

FICHA DEL PARTIDO:

PONTEVEDRA C.F. (0): Álvaro Cortés, Santi, Eneko Zabaleta, Víctor Vázquez, Xisco Campos, Imanol García, Oier Calvillo (Pitu, min 46), Adrián Cruz, Damiá Sabater (Óscar Fernández, min 82), Álex González y Rufo.?

C.D. LEALTAD (0): Bussmann, Unai Hernández, Ander Gayoso, René Pérez, Jordi González, Juan Mera (Jorge Saez, min 62), Iriondo, Fall, Kofi Atta (Juan López, min 62), Gabri Zalazar (Juan Sánchez, min 78) y Dani Sandoval (Saha, min 62). 

ÁRBITRO: Carlos Caldeiriña Pavón (Colegio de Cataluña), auxiliado en las bandas por Marc Bondia López y Bernat Mas López. Amonestó a los jugadores locales Santi, Oier Calvillo, Adrián Cruz y a su entrenador, Luisito; y a los visitantes Kofi Atta, Unai Hernández, Juan Sánchez, Fall, Saha y Jordi González.