Quejas por el calor en una escuela de Pontevedra: «Comen sin ropa y sudando, los pobres»

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El termómetro marca 33 grados de temperatura durante la comida en la escuela infantil de A Parda, en Pontevedra
El termómetro marca 33 grados de temperatura durante la comida en la escuela infantil de A Parda, en Pontevedra M.M.

La guardería pública de A Parda no puede usar los climatizadores porque no cuentan con filtros HEPA

16 jun 2021 . Actualizado a las 15:47 h.

Desde su inauguración el problema del calor es recurrente en la escuela infantil de A Parda, en Pontevedra. El equipo educativo de la guardería, una de las que cuentan con más usuarios de toda Galicia, ya trasladó al comité de empresa de Política Social la situación. Apuntan que en los meses de verano se llegan a alcanzar en el interior de la escuela temperaturas de hasta 39 grados. El problema, que se combatió en el 2013 con unos toldos en las puertas de las aulas, se solventó dotando al centro de unos climatizadores en las clases y zonas comunes. Pero la pesadilla, lejos de haberse terminado, se mantiene. ¿Cuál es la razón? Que debido a la pandemia del coronavirus no pueden utilizar los climatizadores por no estar provistos de filtros HEPA. Recuerda el equipo educativo que todas las aulas carecen de ventanas, por lo que para airear las clases tienen que abrir las puertas que dan al patio, lo que puede originar que los niños, de 0 a 3 años, se escapen.

Las familias comparten el malestar de los trabajadores y exigen ya una solución, teniendo en cuenta, además, que la guardería solo cierra sus puertas en agosto, estando operativa todo el mes de julio. «Esta semana en el comedor había 33,5 grados y los niños tienen que comer con esas temperaturas. Lo hacen sin ropa y sudando, los pobres, por no hablar de que tienen que dormir la siesta en esas condiciones», subraya Marta Martínez, presidenta de la asociación de madres y padres de alumnos (ANPA). El personal tiene que trabajar además con la mascarilla puesta. «Los toldos que habían puesto hace años están estropeados y tenemos un termómetro en cada aula para controlar las temperaturas», añaden desde la asociación, que reclama una solución urgente.

El caso de la escuela infantil de A Parda también se ha puesto en conocimiento de la Inspección de Traballo e Seguridade Social. En la denuncia se afirma que el personal sufre problemas importantes de estrés térmico por calor en los meses centrales del verano, por lo que es necesario y urgente la instalación de filtros HEPA en la climatización. Lamentan desde la CIG que el Consorcio no haya dado ningún tipo de respuesta a las solicitudes realizadas, aludiendo a que este mes de junio ya se alcanzan temperaturas persistentes superiores a 30 grados y picos muy próximos a 35. Lo que solicitan a la Inspección es que investigue los hechos denunciados y proceda a realizar los requerimientos necesarios para garantizar la seguridad y salud de trabajadores y usuarios.