La otra escalada estival: el pulpo, los calamares y el café con leche

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

Una terraza en Pontevedra
Una terraza en Pontevedra CAPOTILLO

El aumento de los costes impone la subida generalizada de raciones y bebidas

14 may 2022 . Actualizado a las 15:56 h.

El incremento en el coste de la materia prima está teniendo una repercusión directa en las tablas de precios de la hostelería en la comarca pontevedresa. En una comparativa entre los menús ofertados a los clientes esta primavera y los precios que se pedían antes de la pandemia o incluso del 2020, se percibe claramente el tirón hacia arriba que han experimentado tapas, raciones y bebidas. Muchos hosteleros admiten que no les hace ninguna gracia subir los precios, pero también señalan que no les queda más remedio si quieren tener un margen de beneficio en un escenario donde se han multiplicado los costes de explotación de los locales.

El pulpo, la joya de la corona de la gastronomía de la comarca y el producto más demandado por los clientes de dentro y de fuera de Galicia, se movía hace un año en una horquilla que iba de los 13,50 a los 18 euros la ración en Sanxenxo. Esta primavera, en la mayoría de las tablas donde figura el pulpo á feira, la cifra más repetida son los 18 euros la ración, aunque también hay bastantes a 17,50. Las cotizaciones más bajas de la franja de precios del 2019, que todavía se ofertaban en el primer año de la pandemia, han prácticamente desaparecido de los locales. Eso sí, en un porcentaje nada despreciable, el consumidor tendrá que preguntar, porque su valor concreto no aparece escrito en las cartas expuestas al público.

Algo parecido pasa con los calamares. En el verano del 2020 la cotización media de una ración de calamares estaba en torno a los diez u once euros y antes de la pandemia se podía encontrar incluso más barato. Este año predomina el precio de 12,50 euros la ración en los menús. Los chipirones son un producto donde todavía es posible encontrar una gama bastante amplia de precios. En Sanxenxo, por ejemplo, se pueden encontrar en la misma calle locales donde se venden a diez euros la ración, mientras otros lo hacen a 10,50 e incluso a 12,50. Otros productos bastante frecuentes en las preferencias de los turistas, como las xoubas y los jurelitos, se ofrecen entre 8 y 8,50 euros.

No es solo cuestión de los productos marítimos. Los pimientos de Padrón, por ejemplo, disponen de una horquilla bastante variada de cotizaciones. Se puede encontrar locales donde se ofertan a seis euros y otros donde su valor escala hasta los 7,50. La ración de tortilla también ha subido en muchos locales, alcanzando dependiendo de los establecimientos hasta los catorce euros de máximo.

Las bebidas tampoco se han quedado atrás. Tomemos por ejemplo la más común de las bebidas matinales: el café con leche. Antes de la pandemia, podía encontrarse con relativa facilidad en Pontevedra y en Sanxenxo a 1,10 euros. Más adelante subió en muchos establecimientos a 1,25 o a 1,30. Esta primavera ha incrementado su valor en algunos locales hasta situarse en 1.40. Con el café con leche hay que tener en cuenta que tiene un valor muy aleatorio. En Pontevedra, por ejemplo, es posible pagarlo a 1,40 en un local hostelero para abonar 1,30 con solo girar la calle en otro establecimiento que hasta mayo lo servía cinco céntimos menos. En Sanxenxo también se pueden comprobar estos cambios en los precios y en algunos de los establecimientos hosteleros de su rural, como en Major, o en calles que no están en primera línea de Silgar todavía se puede pagar un café con leche a 1,20 euros.

El varía entre 1,20 y 1,60 euros; mientras que un botellín de agua se vende a una media de 1,20 euros. Las cañas oscilan mucho según la marca, pero en muchas tablas su cotización se mueve a una media de 1,80 a dos euros en barra, 2,10 a 2,30 en mesa y entre 2,10 y 2,50 en terraza.

La primavera de las cartas retocadas y de los precios oscilantes en la restauración

La volatilidad de los precios de algunos productos se puede percibir también por otro pequeño detalle a la vista de los consumidores. Por ejemplo, en Sanxenxo es posible encontrarse este mes, cuando ha abierto sus puertas la mayor parte de la hostelería, menús y cartas de otros años con los precios nuevos por encima de los viejos. Es un fenómeno que antes de la pandemia era raro de verse en la calle, pero del que ahora es posible encontrar casos con una mera inspección ocular por el paseo de Silgar, el entorno del puerto deportivo. El aumento también se notará en otro sector como los chiringuitos de playa.

Esta alza en los precios pasa mucho más desapercibida con las cartas digitales, que se popularizaron durante el primer año de pandemia y que también son muy empleadas por los clientes para conocer las ofertas de los distintos establecimientos.